Carteros de incógnito y temor a las notificaciones para ir a una mesa electoral

Es el 'terror' ciudadano de estos días: aunque es un deber democrático, miles de españoles temen estos días ser notificados por un cartero para tener que acudir a una mesa electoral el 23 de julio.

Le supone perder unas vacaciones o tener que estar una jornada entera dedicada a esta 'fiesta de la democracia', y hay un auténtico pavor a que estos días suene el timbre de la puerta o el portero automático para escuchar que un cartero está trayendo la tan temida carta certificada.

Por eso se está comentando mucho estos días que hay algunos carteros que, a sabiendas de que les evitan, están acudiendo a las casas vestidos de 'paisano', casi de incógnito, sin la habitual vestimenta del cartero de Correos. En ocasiones tampoco son directamente repartidores de Correos. El objetivo es no ser rechazados.

La llamada a la mesa electoral

Los sorteos de los ayuntamientos para designar a los miembros de las mesas electorales ya han finalizado y muchos ya están recibiendo las notificaciones.

Como en cada ocasión que hay elecciones, se conforman las mesas electorales donde se deposita el voto. Cada una dispone de un presidente y 2 vocales y al elegir al azar a cada uno de ellos, el ayuntamiento designa también a 2 suplentes por persona.

Al conocer que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, eligió el 23 de julio para las próximas elecciones, muchos temieron por sus vacaciones.

A la hora de votar, el voto por correo ayuda a los que vayan a estar fuera y no quieran volver, pero surge otro problema: ¿y si toca ser mesa?

Es lo que pensaron muchos, pues si toca es una obligación y los que no acudan sin justificación reciben una cuantiosa sanción.

Ya han comenzado a repartirse las notificaciones y los carteros de Correos se han convertido en una verdadera pesadilla para muchos ya que podría traer la notificación que nadie quiere recibir...

¿Vestidos de incógnito?

La 'Cadena SER' ha recogido el viernes testimonios de varias personas que han recibido recientemente la notificación y alguno ha señalado que los carteros van "de incógnito" para que les abran la puerta y puedan entregar la carta.

Un ciudadano, por ejemplo, contaba que llamaron a su telefonillo a unas horas un tanto raras, pasadas las 8 de la tarde y al responder al telefonillo nadie le contestaba. Así que se asomó a la terraza y comprobó que era un joven "vestido de calle". "Llevaba un fajo de cartas en la mano y ya me dijo: "Carta certificada para Manuel Santiago" y ya fue cuando le abrí y me entregó la carta".

Una entrega que se está convirtiendo en un drama para muchos, pues podría significar el fin de las vacaciones o por lo menos tener que interrumpirlas.

Sobre la vestimenta de incógnito no se ha confirmado del todo, pues otro oyente de la cadena llamó y señaló que "los carteros que reparten las notificaciones por la tarde, no es que vayan de incógnito, es que no nos dan uniforme".

No sirve de nada evitar recoger la carta

Y realidad, todos los esfuerzos son en vano. Vayan o no de incógnito los carteros, cabe recordar que el no recoger la notificación no exime del cumplimiento de la convocatoria.

Si en los intentos de entrega que haga Correos o la Policía el afectado no se encuentra en su casa o no les abre, dejarán un aviso para recoger la carta en Correos.

Si nunca se recoge por la razón que sea, no es motivo suficiente para eximir de la responsabilidad y se recibirá la correspondiente sanción.

Para los que hayan sido convocados y tengan viajes programados o motivos justificados para no ir, es importante recalcar que tienen siempre que recurrir a la Junta Electoral en el plazo correspondiente y corroborar que les eximen de la convocatoria.

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