Populares y socialistas vuelven a las andadas y han comenzado la semana "tirándose los trastos a la cabeza" y recriminándose sus actuaciones con respecto al proceso de negociación de la reforma del Estatuto de Autonomía.
Ante la ausencia de un acuerdo sobre la política hidraúlica que contiene el Estatuto, el PP ha pedido al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que ponga orden en su formación y que reaccione ante las declaraciones de los socialistas murcianos y valencianos contra el Estatuto por fijar en 2015 el final del trasvase Tajo-Segura.
Así lo ha manifestado en rueda de prensa el secretario general del PP, Vicente Tirado, quien ha pedido a Barreda que deje de "intoxicar, enmarañar y sobreactuar" y que trabaje con discreción por los intereses de Castilla-La Mancha, como -en su opinión- hace la presidenta de su partido, María Dolores de Cospedal.
Sin embargo, el secretario de Organización del PSOE, José Manuel Caballero, ha denunciado poco después el silencio y la "desaparición" de la vida pública de Cospedal en la última semana, en la que "ha dedicado más tiempo a hablar de las fotos de Soraya (Sáenz de Santamaría) que a lo que interesa a los castellanomanchegos", dijo.
Caballero ha planteado sus dudas sobre el papel de Cospedal, que también es secretaria general del PP, y también ha recodado declaraciones de dirigentes populares en Murcia y Valencia que ponen en entredicho su defensa del final del trasvase.
El dirigente socialista ha recordado que, una semana después de que Barreda le ofreciera una reunión, Cospedal aún no ha respondido a esa propuesta.
A este respecto, Tirado ha planteado que la reunión se celebrará cuando se den las condiciones adecuadas para resolver los problemas pendientes, pues el PP no es partidario de "reunirse por reunirse".