Invasión teatral de verano-

Apenas empieza el mes de enero y cuando todavía no terminan los abrazos se desencadena una vertiginosa invasión teatral que congrega a millares de espectadores en plazas, teatros, paseos de la ciudad. Así, el teatro se transforma en un arte de multitudes. Es difícil encontrar entradas porque están casi invariablemente agotadas. Cuesta decidirse a elegir alguna de las obras en cartelera. Hay un total de 53 nacionales e internacionales. A todas las mueve la pasión, el compromiso, la aventura estética. Son representadas por los mejores conjuntos nacionales de la actual generación o por figuras consagradas. A ellos se agregan grupos internacionales dirigidos por ilustres figuras del teatro de sus países, que se han empeñado en trabajar en coproducciones con Chile. Hemos visto representaciones de gran interés como “La orgía de la tolerancia” (Bélgica-Chile), “La pesadilla de Tony Travolta” (Chile-Francia), “Tercer cuerpo” (Argentina-Chile).

Los espectáculos no se limitan a ocupar escenarios cerrados y con entrada pagada. Ofrecen sus funciones en la vía pública. Sus representaciones privilegian el espectáculo acrobático, el circo, el juego de luces y de colores. La espectacular compañía catalana Furia des Beceaus iluminan el espacio con grandes sorpresas estéticas. Presentaron una figura de mujer de siete metros que pasea por las calles santiaguinas y que es tanto o más novedosa que la muñeca que vimos en el centro de la ciudad en el festival del año pasado.

A nivel nacional se han estrenado obras memorables como “Violeta: al centro de la injusticia”, “Diciembre”, de la compañía teatro en el blanco, “Tres hermanas” de Antón Chejov, en el Centro Mori, “Chile bi200”, una brillante resurrección del teatro chileno del siglo 19 rescatado por el talento de Ramón Grifero, en el Centro Cultural Matucana 100.

El teatro argentino se presenta en el festival con montajes de gran impacto, como “Hijos del sol”, “La noche canta sus canciones” y “Sucio”.

No solo el teatro dramático está presente en los escenarios de este verano, también se contempla la visita de Sara Waltz, una de las grandes figuras de la danza contemporánea alemana. Presenta un espectáculo llamado “Körper” que expresa las infinitas posibilidades estéticas del cuerpo humano. Así mismo, es posible ver la obra coreográfica “Eves” y “Medea” por un galardonado conjunto coreano. A ellos se agrega la ópera “Wu” de China, que presenta una ópera acompañada de danzas y coreografías milenarias.

No hemos visto una anunciada versión de “Hamlet” realizada por un conjunto lituano vanguardista. Allí Hamlet es un rockero punk de buena familia que protesta contra el sistema de bienestar en el que viven sus padres.

Desgraciadamente el festival de Teatro a mil concluye sus funciones en este 25 de enero. Es poco tiempo para admirar un repertorio tan numeroso y sensacional. Lo bueno es que el teatro en vivo ha desplazado por estos días a cualquier otro espectáculo. Es un acontecimiento cultural que nos honra.

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Luis Alberto Mansilla
Periodista