Así, respecto a las causas del desprendimiento del motor del tren de la serie 2000 el departamento que dirige Elvira Rodríguez apunta que "debe tenerse en cuenta que el último cambio de motor del tren accidentado tuvo lugar en julio de 2005 hace menos de dos años". Igualmente, apunta que "la unidad se sometió a una revisión completa en diciembre de 2006, a la revisión mensual el 20 de febrero pasado y su última entrada en talleres la tuvo el 6 de marzo".
Metro subraya que la revisión de diciembre comprendía una inspección profunda del equipamiento técnico y la de febrero una inspección funcional y de seguridad del estado de los equipamientos y sistemas del tren, incluidos los motores. En este sentido, insiste en que "permanecen abiertas todas las líneas de investigación para esclarecer las causas del accidente y dar plena tranquilidad y garantía a los viajeros de Metro y a los propios trabajadores de la Compañía".
Por su parte, el diario El País afirma que la avería podría deberse a la 'fatiga' de los tornillos que lo sujetaban, según un informe provisional de los técnicos de la Consejería de Transportes al que hacen referencia.
El informe es el resultado de una primera inspección visual de técnicos de la consejería de Transportes, junto a los que trabajaron empleados de Construcciones y Auxiliar de Forrocarriles (CAF), Bombardier y Siemens, constructoras de los trenes 2000. Las primeras conclusiones indican la avería se produjo por un "fallo" de los tornillos que sujetan las carcasas sobre los motores de uno de los coches.
De los ocho tornillos que debía llevar, faltaban tres "que han podido desenroscarse a lo largo del tiempo", según el informe preliminar. Eso provocó que que el resto de los tornillos sufriera una tensión superior en un 37 por ciento a la prevista y que del sobreesfuerzo presentaran fatiga. La primera inspección ocular tuvo lugar en el depósito de Aluche el pasado diez de marzo, dos días después del accidente que provocó 12 heridos leves, a causa del frenazo al que se vió obligado el tren.
Según fuentes de la Consejería de Transportes se trata de un informe preliminar, porque los tornillos han sido enviados a un laboratorio independiente, que todavía no ha remitido sus conclusiones. Por este accidente, la Consejería no ha puesto denuncia ante la Policía Nacional, por lo que es un asunto que todavía no ha sido investigado por la policia.
Por otra parte, según publica el diario El Mundo en el suplemento M2, la Policía cuenta ya con seis sospechosos, que trabajan cada día en las cocheras del suburbano situadas en Canillejas. Según el diario los teléfonos de estos empleados están "pinchados" y sus movimientos están siendo vigilados para obtener pruebas de los ataques. De la investigación se desprende que están actuando de forma coordinada. En las cocheras de Canillejas trabajan unos 700 trabajadores durante las 24 horas del día.