Rosa Aguilar negoció su aterrizaje en el PSOE hace tiempo

El inesperado fichaje de Rosa Aguilar por parte de José Antonio Griñán para formar parte de su nuevo Gobierno empieza a abrir brechas dentro del PSOE andaluz. Primero, por el secretismo de la operación que, en contra de lo que se ha dicho, se venía fraguando tiempo atrás, desde que Chaves supo que iba a dejar de presidir la Junta de Andalucía para irse como vicepresidente del Gobierno a Madrid. Según fuentes del PSOE andaluz, la propia alcaldesa de Córdoba hace meses que  llevaba reclamando a los socialistas “una salida airosa” para dejar la coalición, en donde ella misma había dicho públicamente que no se encontraba a gusto. A muchos dirigentes que han trabajado duramente estos años a la sombra de Chaves y del propio Griñán esperando alguna oportunidad para entrar en el Gobierno, les ha sentado muy, pero que muy mal que la hayan colocado al frente de una cartera con tanto peso político como es Obras Públicas.

    Los recelos que ha suscitado el ‘aterrizaje’ de Aguilar en el gabinete de Griñán se fundan también en que un sector del partido no cree que les vaya a reportar “beneficios electorales a corto o a largo plazo”,  ni en el ámbito local, ni en el regional,  ni siquiera en el nacional, “en el que ha sido entendido como una provocación nuestra más que como una traición suya”, asegura a este e-Xclusivo uno de estos dirigentes críticos con la operación. En el partido son muchos los que  consideran que hubiera sido mejor llevarla de número 2 a las europeas, junto a Juan Fernando López Aguilar, y no situar en este puesto a un diputado tan valioso como Ramón Jáuregui, que era una pieza clave de la dirección del Grupo Socialista en el Congreso en estos difíciles momentos para el Gobierno.

    En definitiva, que estas fuentes están convencidas de que “la gran beneficiada” de la operación es la propia Rosa Aguilar y no el PSOE, algo que se comprobará con el tiempo.