La manera como el coronel Chávez hizo que sus subordinados sacaran del sistema de televisión pagada por cable a RCTV da una idea de cómo el resto de los “presidentes democráticos” de la nueva ola “pondrán en cintura” a los medios de comunicación que les resulten molestos. Luego se les verá, como a Chávez, declarando que si RCTV quiere volver a ocupar el puesto que antes tenía deberá cumplir con la Ley.
El Coronel quiso decir que RCTV tendrá que pasar a sus clientes sus discursos y cadenas televisivas. Una manera descarnada de ejercer, sin tapujos, presión para que RCTV obre en el sentido que al adalid de la llamada revolución bolivariana desea. En buen romance, el militar golpista venezolano sabe cómo hacer las cosas y acude sin que se le mueva un músculo de la cara a la extorsión.
¿Por qué a estos gobernantes, que tienen tantos medios de comunicación a su servicio, les preocupa tanto lo que puedan hacer o dejar de hacer el resto de los medios? Evidentemente, el ejercicio de la libertad es sumamente peligroso para ellos, porque implica pensar diferente, y ello es siempre peligroso para quienes aspiran a perpetuarse en el poder.
Una excelente lección sin costo y para cuantos quieran aprehenderla para los medios de comunicación ecuatorianos aún independientes y para ciertos legisladores que aún creen que pueden lograr una Ley de Comunicación para el Ecuador, en la que queden intactas la libertad de expresión, información y pensamiento. O esos otros que nos doran la píldora, para ocultarnos su real y amargo sabor.
Si (
No(
