La portavoz explicó que la minicumbre está concebida como una "tormenta de ideas" informal que no se centrará únicamente en desbloquear el Tratado constitucional sino que tendrá "una agenda muy abierta" que incluirá temas más amplios sobre el futuro de Europa y cuestiones como la energía o el cambio climático. La idea de Barroso es que esta reunión restringida no sea un acto aislado sino que se repita en 2008 y en 2009 con distintos participantes para que al final acaben pasando los 27 líderes.
El propio presidente de la Comisión ha sido el que ha seleccionado a los líderes europeos que participarán en el encuentro de Sintra y les ha enviado las invitaciones. Ahrenkilde aseguró que se trata de una "muestra representativa" de los jefes de Estado y de Gobierno que respeta los equilibrios entre representantes de las diferentes familias políticas, pequeños y grandes países, y antiguos y nuevos Estados miembros.
"Será una participación equilibrada y representativa, pero también una participación que permita una 'tormenta de ideas' eficaz. Todo el mundo que haya participado en este tipo de ejercicio sabe que en una 'tormenta de ideas' es mejor no ser demasiados", insistió la portavoz.
El Ejecutivo comunitario considera que la iniciativa de Barroso no compite y no perturbará los esfuerzos de la canciller alemana, Angela Merkel, para desbloquear la Constitución Europea al tratarse de una cumbre "informal" que no busca resultados concretos sino emprender una reflexión a largo plazo. Ahrenkilde eludió precisar si el presidente de la Comisión había consultado previamente con Merkel la convocatoria de la reunión.
"Esto no sustituye ni compite con todas las iniciativas y contribuciones al proceso en marcha para alcanzar un acuerdo institucional que nos permita reforzar la capacidad de Europa para actuar. La intención es exactamente la contraria, enriquecer la reflexión sobre el futuro de Europa en una perspectiva más a largo plazo que se suma a lo que se está haciendo en un nivel más formal", afirmó la portavoz, que no quiso pronunciarse sobre las explicaciones que dará la Comisión a los líderes que no hayan sido invitados.