Así lo anunció en rueda de prensa el concejal de Infraestructuras,
César Díaz, quien explicó que se trata de un proyecto "
cerrado", es decir, "
autosuficiente", de forma que las plusvalías que genere serán reinvertidas principalmente en la reordenación urbanística del frente marítimo portuario.
Después de que todas las administraciones implicadas -Ayuntamiento, Autoridad Portuaria de Santander (APS), Gobierno de Cantabria y Puertos del Estado- firmen el protocolo, se constituirá un grupo de trabajo compuesto por tres representantes del Ayuntamiento y otros tres del Puerto que será el encargado de definir consensuadamente, en un plazo de ocho meses prorrogables, los usos no portuarios que se desarrollen en los espacios y las actuaciones urbanísticas esenciales, así como el calendario y la cuantificación de la inversión necesaria para la integración.
En el protocolo, cuya aprobación se someterá a votación del Consejo de Administración de la APS el próximo miércoles, día 31, se establecen como lugares totalmente accesibles a la población los espacios que van desde los Peligros a San Martín, pasando por todo el frente marítimo hasta la Grúa de Piedra, el aparcamiento de la Estación Marítima, el frente desde la Comandancia de Marina a Varadero por Antonio López, y toda la zona de Varadero, incluida la dársena, además de Marqués de la Hermida hasta la lonja.
Tendrá acceso restringido, es decir, temporal, la Estación Marítima, a la que no se podrá entrar cuando atranque el Ferry o cruceros, mientras que para la actividad portuaria se reserva el muelle de Maliaño.
El concejal mostró la satisfacción del Ayuntamiento por el trabajo realizado que se ha recogido en el protocolo y aseguró que "seguiremos trabajando para, con diálogo, lealtad institucional y respeto a las competencias, superar los obstáculos para alcanzar la meta".