Cuestión de tentáculos

¡Jodío pulpo! ¿Cómo se puede ser tan listo? ¿Serán los ocho tentáculos? No lo sé, pero si esta semana, con mucho humor, decía Zapatero y alguno de sus ministros que iban a intentar repatriar o adoptar al pulpo Paul, el cefalópodo 'vidente' que ha acertado los resultados claves de este Mundial, estoy pensando en que finalmente podría acabar... ¿de ministro de Economía?

Paul simplemente tendría que elegir entre las opciones que se planteen en materia de política económica y con eso Zapatero ganaría las elecciones. De hecho en Génova estarían temerosos de que el presidente se haga amigo del pulpo. Y Salgado está temblando, porque podría perder el puesto.

Hasta aquí las frivolidades político-nacionales. Seamos felices y celebremos este título mundial que completa el único gran hueco que le faltaba a España en el deporte. Hemos ganado los mejores títulos internacionales en fútbol, baloncesto, tenis, motociclismo, Fórmula 1, ciclismo... Ya nada se resiste. Bueno, el curling. Pero ésa es otra historia.

Los Villa, Casillas, Xavi, Iniesta, Alonso, Busquets, Puyol, Piqué, Ramos... en realidad, los 23 de la plantilla y el equipo técnico de Vicente del Bosque tienen el gran mérito. Ahora sólo queda que compartan la prima millonaria por ser campeones, puesto que el país olvidaría, pero es un premio económico demasiado elevado para los tiempos que corren.

Y sí, señores: usemos esta victoria como elemento motivador para salir juntos de esta crisis, despegar como país, quitarnos los complejos y aprender de los errores del pasado. Nos queda un título mundial por ganar: la recuperación económica y volver a sonreír en todos los aspectos, sin tantas familias sin trabajo y muchas deudas con los bancos. Quien diga que el deporte es una chorrada y que no puede servir de nada se equivoca. Porque el deporte es el ejemplo de la superación humana mediante el esfuerzo y la aplicación correcta del talento innato. Vayamos a un país mejor. Es cuestión de tentáculos. Pero en cuanto a empuje y garra, no a adivinar ganadores en las urnas como hace Paul. Con simpatía lo digo, ¿eh pulpito?