Dos trabajadores del sector de la construcción murieron este miércoles en sendos accidentes laborales ocurridos en los municipios madrileños de Parla y Torrejón de Ardoz. Los sindicatos UGT y CC OO, que denunciaron que ambas muertes se podrían haber evitado si se hubieran cumplido las medidas de seguridad que establecen la Ley de Riesgos Laborales, elevan a 143 los trabajadores que han perdido la vida en accidentes laborales en la región madrileña en lo que va de año, de los que 38 son del sector de la construcción.
Mamadou S., de 26 años y origen guineano, pereció minutos antes de las 11.30 al quedar sepultado tras un corrimiento de tierras que se produjo por el derrumbamiento de un edificio en construcción en un nuevo barrio de Parla. El obrero fallecido se encontraba con otros compañeros realizando labores de forjado sobre los cimientos de la obra, justo al lado de un talud de tierra de unos cuatro metros de altura.
Al lugar de los hechos, la calle Planeta Saturno, en el barrio de Parla Este, se desplazaron dos dotaciones de bomberos, un helicóptero y una UVI móvil del Summa, y agentes de la policía nacional y municipal. Los bomberos rescataron el cadáver del trabajador, que presentaba una decapitación parcial, supuestamente producida por una máquina excavadora que trataba de extraer la tierra que sepultó al obrero, según los testimonios de algunos de los compañeros de la víctima.
Cuando llegaron los bomberos se encontraron con el trabajador "sepultado aproximadamente hasta el cuello por un desprendimiento de tierras y parcialmente decapitado", según explicó el oficial y jefe de guardia, Andrés Vieitez. "Después de asegurar la zona, se rescató el cuerpo y se comenzó a buscar los restos que faltaban del trabajador, que se encontraron en un montón de tierra que había en las proximidades", añadió.
Uno de los trabajadores que se encontraba junto al talud donde se produjo el desprendimiento explicó que los compañeros que estaban en la zona comenzaron a retirar la tierra con las manos nada más producirse el accidente y para agilizar el vaciado utilizaron una excavadora que "cuando metió la pala brotó sangre". Otro testigo indicó que la máquina excavadora tardó "cerca de quince minutos" en poder pasar hasta donde se produjo el desprendimiento, debido a un camión que interrumpía el paso".
Cuando ocurrió el accidente, según otro de los testimonios, en el lugar de los hechos se encontraban al menos seis trabajadores. "Nos mandaron allí a meter hierro en el muro y entonces se desprendieron como tres toneladas de tierra: Cuando vi que empezaba a desprenderse la tierra grité ¡quitaros, quitaros! y salieron cuatro, pero a este compañero -que se encontraba en el centro- no le dio tiempo a salvarse", explicó un trabajador. Sobre las posibles causas del desprendimiento, este obrero opinó que el origen del desprendimiento podría estar en las últimas lluvias caídas en la zona. Este reconoció que la red que cubre el talud junto al que se encontraban trabajando "no llegaba hasta abajo". El joven fallecido, según sus compañeros, llevaba trabajando en la obra una semana y le habían encargado "poner ladrillo".
"Faltan medidas de seguridad"
El responsable de Salud Laboral de CC OO de Madrid, Víctor García, denunció que detrás de este accidente laboral está la "falta de medidas de seguridad". Según García, el talud en el que se encontraba trabajando el fallecido tenía una altura de 8 metros y una verticalidad de 2 metros, lo que supone que se trataba de un talud muy vertical que "no cumplía" las condiciones de seguridad que se requieren. Explicó que un talud seguro debe tener una verticalidad (diferencia entre la parte más ancha y más estrecha) de 50 centímetros por cada metro de alto, para evitar así los desprendimientos. Si no se cumplen estos requisitos, debería estar escalonado, añadió.
Este talud, afirmó García, ni cumplía los requisitos ni estaba escalonado, por lo que, en su opinión, se debería haber empleado unas redes lo suficientemente resistentes para soportar el peso de un desprendimiento como éste y no cualquier red. "Las que estaban no eran lo suficientemente seguras y por ello han reventado", apuntó García, para quien se podría haber empleado proyecciones (se proyecta cemento sobre las paredes del talud para sujetar el terreno) o haber utilizado un "mallazo".
CC OO ha convocado para este jueves, a las 13.00, una concentración frente al Ayuntamiento de Parla para mostrar la solidaridad con el trabajador fallecido y exigir el cumplimiento obligatorio de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales por parte de los empresarios, para quienes reclama "castigos ejemplares" en caso de incumplimiento, anunció el secretario general de CC OO de la Comarca Sur, Jaime Lancho. El solar donde se produjo el accidente corresponde a la promoción de El Mirador de Húsares, situada en la calle Planeta Saturno, parcela k1 cd2 del nuevo desarrollo urbanístico de Parla Este, donde se están construyendo más de 12.000 viviendas, el 80 por ciento con algún tipo de protección.
Atropellado en la M-206
En el segundo accidente pereció Armando Melo Pereira, portugués de 21 años, al ser atropellado sobre la una de la tarde por un vehículo en la carretera M-206, en el término de San Fernando de Henares, cuando señalizaba la presencia de una máquina. El obrero, que pertenecía a la subcontrata GMC, trabajaba como ayudante en las obras de canalización en el polígono Las Monjas, situado junto al punto kilométrico de la M-206 donde ocurrió el accidente.
Según dijo el secretario de Salud Laboral de UGT de Madrid, Domingo Martínez, el trabajador fallecido no debía hacer labores de "señalista" en la carretera dado que éstas corresponden a la Policía Local o a la Guardia Civil y, en todo caso, la empresa debía haber pedido permiso para delimitar la zona de trabajo.