Lo cierto es que todo lo que toca lo convierte en oro. Y si no, que se lo digan a los responsables de la revista GQ, que hicieron caja incluso antes de publicar la edición en la que Irina Shayk, muy a su pesar, aparecía desnuda.
En esta nueva colección, Irina Shayk luce modelos con mucho encaje, colores suaves y líneas muy sexys para la mujer de la próxima década.




