La misma medicina

   Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, parece que ha detectado movimientos extraños destinados a obtener datos de su vida privada. La guerra que mantiene en la compañía con otros socios han desatado las malas formas y el "vale todo" que tanto se ha utilizado contra Manuel Pizarro en su defensa de Endesa contra todo tipo de operaciones hostiles amparadas en este caso por el Gobierno de Rodríguez Zapatero. No es que sorprenda que se esté utilizando este armamento contra Sánchez Galán. No sólo hemos asistido recientemente al caso Pizarro, sino también al caso González, presidente del BBVA, acosado con un informe antiguo, auspiciado y aireado por Sebastián y Arenillas y destinado a echarle de la presidencia del banco.

    En otras épocas también hemos asistido a informes, a escuchas, a seguimientos. Parecían formas desterradas en nuestro país para hacer negocios. Pero, en fin, es obvio que no. Ahora ya no sólo se hacen papeles sino que se utilizan agentes de la Guardia Civil o del CNI para incomodar, asustar, amedrentar a los empresarios.

   Sánchez Galán no voy a decir yo que se lo merezca. Eso nunca. Nadie se merece que le investiguen su vida privada. Sin embargo, él no ha estado lejos de algunas batallas del pasado más pasado y también del reciente pasado. La pinza fabricada con Gas Natural, a espaldas de los directivos de Endesa para comprar activos de la eléctrica, no fue desde luego juego limpio. Hay que recordar que apenas unos días antes de que la gasista catalana presentara la OPA, el 5 de septiembre de 2005, Sánchez Galán almorzaba con el segundo de Pizarro para hablar de la mar y los peces, de la marcha del sector y del libro blanco que preparaba Industria. En esa comida Sánchez Galán ocultó a Miranda cualquier información sobre las intenciones que destaparían a los pocos días del encuentro. La medicina es distinta, pero viene a ser la misma. Se cometen hostilidades, se hacen malas prácticas y puedes acabar de la misma forma. Es un síntoma de enfermedad que estas formas no se destierren en el mundo de los negocios y más si está al tanto el Gobierno que debe ser garante del estado de derecho y de las buenas prácticas. ¿Dónde está la CNMV? ¿Dónde está Rubalcaba?