Engordó unos kilos cuando dejó de fumar y los guardianes de lo políticamente correcto la llamaron gorda. Ella, ni caso, respondió que sí, que había engordado pero por una buena causa: dejar el tabaco. Y que prefería tener unos kilitos de más que fumar. Y el caso es que ni siquiera se puso como un tonel lo que pasa es que antes era muy flaca.
Ahora está embarazada y ha posado en sus redes sociales de perfil. De gorda, nada. Tiene la barriga normal para un embarazo de seis meses y ella está bien. Fíjense, sino, en sus brazos. La verdad que empieza a ser preocupante esa obsesión de la gente por la extrema delgadez. Tania, estás guapísima, bellísima y estupenda. Disfruta el embarazo.