El BCE mantuvo ayer sin cambios la política monetaria. La inflación continúa por debajo del objetivo del 2%, pero reconoció explícitamente que la recuperación económica de la zona del euro es cada vez más sólida. El BCE señaló que la economía europea se encuentra ahora en su mejor momento desde la crisis financiera. Considera que los riesgos para las perspectivas de crecimiento económico de la zona del euro, aunque se mueven hacia una configuración más equilibrada, todavía están a la baja y relacionados predominantemente con factores globales, como la guerra en Siria. Por ello, el BCE mantiene su disposición a una mayor flexibilización de su estrategia, dejando abierta la posibilidad a nuevos recortes o a un aumento en las compras de activos, posición sobre la que Alemania está en desacuerdo ya que está a favor de una reducción gradual de estímulos. Las variaciones en el comunicado del BCE con respecto a la del 9 de marzo son mínimas. En el comunicado de ayer retiró la frase en la que ofrecía la promesa de “actuar utilizando todos los instrumentos disponibles dentro de su mandato si fuera necesario”, lo que apunta a una urgencia cada vez menor de introducir más medidas monetarias. En la rueda de prensa el presidente del BCE afirmó que "los tipos de interés rectores se mantendrán en los niveles actuales o inferiores, durante un período prolongado y bien pasado el horizonte de las compras netas de activos".