OPINIÓN/Víctor Gijón
De Rajoy a Diego, pasando por De la Serna
viernes 02 de mayo de 2008, 17:21h
Mariano Rajoy puede llegar al Congreso de junio, incluso ser revalidado como presidente, pero ni va a ser el candidato del PP en las elecciones de 2012, ni, posiblemente, llegue a terminar la actual legislatura.
Mariano Rajoy puede llegar al Congreso de junio, incluso ser revalidado como presidente, pero ni va a ser el candidato del PP en las elecciones de 2012, ni, posiblemente, llegue a terminar la actual legislatura.
Que un número importante de militantes hayan pedido a Eduardo Zaplana que encabezara una lista alternativa prueba la profunda crisis por la que atraviesa el principal partido de la oposición. En Cantabria no corren mejores tiempos para Ignacio Diego. Encumbrado por descarte, elegido por Piñeiro y su camarilla para que se hiciera cargo de los asuntos corrientes del PP regional mientras se buscaban recambios de más fuste, no es capaz siquiera de trasladar correctamente a la opinión pública las trabajadas estrategias que le prepara su “núcleo duro”, en el que tienen mando en plazo los joseluises (Vallines y Gil).
Su penúltima táctica es intentar dividir a los socios de Gobierno pero, a diferencia de alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, que lo tiene claro, Diego se empeña, dependiendo del día y de la hora, en atacar ora al PRC, ora al PSOE, cerrando toda posibilidad a futuros acuerdos que devuelvan al PP al Gobierno de Cantabria.
Los populares cántabros no quieren ni pensar en un nuevo fracaso electoral en 2011, pero, siendo imposible alcanzar la mayoría absoluta, la cuestión no es tanto con que partido se pacta, sino quién pacta. Diego está descartado ni siquiera para acercarse a una milla de la sede del PRC. Y ahí es donde entra en juego De la Serna.
Para los joseluises y algunos más, como el periódico de la derecha que apostó en las pasadas elecciones municipales por el joven ingeniero, el alcalde de Santander si puede dialogar con los regionalistas. De hecho esa es la impresión que transmite, aunque cuando ha recibido criticas del portavoz regionalista en el Consistorio santanderino, Francisco Sierra, la respuesta ha sido tan dura o más que cuando la oposición procede del campo socialista.
De la Serna, dicen, está llamado a más altas cotas de poder, que es la gran esperanza de futuro para recuperar el poder perdido por los populares en 2003. Pero no está claro que se encuentre preparado para ello. No al menos en la asignatura de la tolerancia y el respeto a las ideas de los demás. De la Serna, prototipo de neocon a la cántabra, sólo ha sacado de momento la patita, pero permanezcan atentos a la pantalla. Porque tras la piel de cordero que nos presenta el alcalde se esconde un lobo conservador y autoritario.