Ha causado sorpresa, realmente, el que el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, haya negado este martes forma tajante que María Remedios García Albert represente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en España. García Albert mantenía relación por e-mail con el número dos y representante internacional de las FARC, Raúl Reyes, muerto el pasado 1 de marzo en un ataque de la aviación colombiana en territorio ecuatoriano.
Pero hay una explicación para las afirmaciones de Llamazares: María Remedios García, en libertad condicional por este caso, tiene como abogado a Enrique de Santiago, dirigente de IU que disputó en su día el liderazgo de la coalición a Llamazares. Así que, frente a sus críticos, Llamazares tiene información de primera mano sobre la supuesta representante de las FARC.
Pero, más aún: Enrique de Santiago es, además, abogado de IU en causas como los desparecidos durante las dictaduras argentina y chilena o los vuelos ilegales de la CIA, y, además, ha sido hasta hace poco secretario general del Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR).
Ahora bien, lo que los críticos a las declaraciones de Llamazares no recuerdan es el recibimiento que el entonces presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, luego ministro de Aznar y después portavoz del Grupo Popular de Rajoy, ofreció al ‘diplomático rebelde’ Luis Edgar Devia, más conocido como Raúl Reyes, el 21 de febrero de 2000 en Valencia.
Ese día, Raúl Reyes encabezó una delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que junto a representantes del Gobierno colombiano visitaron Valencia, para tratar de buscar puntos de encuentro para la paz, según se explicó entonces. La jornada, que comenzó con un acto solemne en el Palau de la Generalitat y terminó en Benidorm (¿por qué sería?), permitió a Zaplana, reforzar el papel de mediador en el conflicto colombiano -que dura más de 40 años- que él mismo había buscado en más de una ocasión, según dijo.
