El eurodiputado Alvise Pérez ha negado cualquier relación con el grupo de Telegram donde se difundieron datos personales de varios ministros del PSOE y ex dirigentes del PP.
Según su versión, esta filtración responde a una estrategia orquestada para desacreditarle justo antes de su declaración ante el Tribunal Supremo, que tuvo lugar este viernes.
La secuencia de los hechos muestra un patrón: aparecieron en internet antiguos datos telefónicos de diversos miembros del Gobierno socialista y algunos ex dirigentes 'populares'.
Poco después, un perfil anónimo compartió el mismo contenido en un chat de Telegram vinculado a noticias sobre Alvise, donde están sus fans.
Este comentario fue eliminado en cuestión de minutos, pero ya había generado eco mediático.
Una campaña planificada bajo sospecha
La narrativa construida rápidamente por ciertos medios no tardó en viralizarse. Titulares como “Se filtran datos personales de ministros en el chat de Alvise en Telegram” o “La Policía investiga el caso” inundaron las redes.
Sin embargo, según el eurodiputado de SALF (Se acabó la fiesta), esta acción responde a una "operación de falsa bandera" diseñada específicamente para beneficiar a los afectados, haciéndoles quedar como víctimas de la ultraderecha y activistas radicales.
El objetivo, según estas fuentes, sería proporcionar a figuras como Óscar Puente o María Jesús Montero una justificación para cambiar sus números de teléfono cuando la Justicia lo requiera en futuras y presuntas investigaciones sobre corrupción.
Además, la temporalidad de los hechos llama la atención: ocurrieron apenas horas antes de que Alvise Pérez debiera comparecer ante el Tribunal Supremo, un contexto que podría interpretarse como un intento de desviar la atención pública hacia un supuesto escándalo.