El incremento en el precio de la luz y el gas está pasando factura a los centros educativos. Al igual que en los hogares, las escuelas han visto cómo la luz y la calefacción están en precios mucho más elevados que hace un año y los gastos desequilibran los presupuestos.
Si en un hogar la subida se nota, en unas instalaciones mucho más grandes, con más trasiego de gente y donde es vital mantener las luces y la calefacción gran parte de la jornada, la subida es casi inasumible.
Es un problema que afecta a la mayor parte de centros educativos, pero algunos lo sufren más que otros. Según recoge la SER tras hablar con la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), en las universidades españolas es donde más lo están notando y el incremento en los precios dispara hasta un 60% el presupuesto.
Ni calefacción ni aire acondicionado
Pese a la reducción del precio en los últimos meses gracias a la bajada del IVA o al tope del gas por la excepción Ibérica pactada con Bruselas, los gastos en luz y calefacción siguen desorbitados en comparación a cursos anteriores.
Un fuerte incremento en las partidas que los centros deben desviar a cubrir este campo y pese a que muchos rectores han asegurado que están tomando medidas de ahorro, algunos centros no tienen más remedio que apagar la calefacción lo máximo posible.
Así va a ocurrir, por ejemplo, en la Universidad Politécnica de Valencia, según ha confirmado su rector José Capilla. Desde este mes el centro prescindirá tanto de la calefacción como del aire acondicionado (en la medida de lo posible) porque los costes son "inasumibles". Ha detallado que se presupuestó un total de 7 millones para gastos energéticos y la universidad va a pagar 15, un incremento de 8 millones. En la Universidad de Valencia pasarán de pagar 10 a 20, en la Politécnica de Cataluña calculan llegar e incluso superar los 9 millones pese a los 5 presupuestados.
Y es la radiografía general de la mayoría de las universidades: Andalucía, País Vasco, Aragón...etc. Los centros están gastando muchísimo más en energía que en años anteriores y adaptándose como pueden: anticipando las horas de cierre, incorporando sistemas más eficientes, mejor aislamiento...pero el gasto sigue disparado y piden soluciones.
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