Telepizza y Rodilla rechazaron plátanos gratis para incluir en los menús de niños vulnerables en Madrid

La polémica en torno al contrato de la Comunidad de Madrid con empresas de comida rápida para encargarse de los menús de niños vulnerables de la región desde que cerraron las escuelas por la crisis sanitaria del coronavirus sigue trayendo cola.

La última novedad la aporta 'El País', Telepizza y Rodilla habrían rechazado una donación de Plátano de Canarias para que los niños pudieran comer fruta fresca tres días a la semana. El motivo: no les salía a cuenta acercarse a Mercamadrid a recoger la mercancía.

Según la información, a diferencia de lo que ocurre en Andalucía, Extremadura o Castilla La Mancha en la Comunidad de Madrid no fue posible llevar a cabo la donación porque la administración de Isabel Díaz Ayuso se limitó a poner en contacto a Plátano de Canarias con Telepizza y Rodilla.

Dos empresas que no quisieron hacerse cargo de los gastos de distribución, pese a que Asprocan, la asociación que agrupa a los productores de la marca Plátano de Canarias, ya garantizaba la llegada del producto a Madrid.

Telepizza sólo consideraba la opción de repartirlos si los plátanos les llegaran directamente a la tienda y en el caso de Rodilla -quien por su cuenta sí incluiría 2 piezas de fruta semanales en sus menús- intentó que Plátanos de Canarias se encargara de costear el 50% de los gastos del reparto a sus locales.

Nadie habría avisado a otra de las empresas encargadas de los menús escolares que se incorporó con posterioridad al acuerdo, Viena Capellanes, la única que incluye alimentos similares a los servidos en los comedores incluyendo merluza, pavo o lentejas. En este caso, su director general, Antonio Lence, aseguró que de haberlo sabido habrían ido a Mercamadrid a recoger los plátanos donados, incluso para que los niños lo tomaran de merienda.

'El País' informa también de que la Comunidad de Madrid trató de negociar en un primer momento con las empresas encargadas habitualmente de los servicios de comedor, como han hecho otras autonomías, para que fueran ellas quienes se encargaran del servicio. No obstante, la falta de acuerdo con los distintos ayuntamientos habría frustrado entonces esta posibilidad, pese a que ofertaron hasta 60 puntos de recogida en la región, así como coordinación con empresas de distribución.

El contrato con las empresas de comida preparada se trató como una medida de urgencia para garantizar alimentación a las familias, no obstante, los menores estarán consumiendo esos menús durante más de tres meses.

Hasta ahora, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha desoído las críticas de nutricionistas, la asociación de Padres y Madres del Alumnado (FAPA) Francisco Giner de los Ríos o de entidades como la 'Gasol Foundation' que reclaman una alimentación saludable para los menores de familias sin recursos. Al contrario, desde la Asamblea de Madrid, Ayuso defendió los menús argumentando que a los niños les gusta la pizza. "Seguramente a ustedes no les guste y no se las hayan comido en la vida pero a los ciudadanos y a los niños... Juraría que al cien por cien de los niños les encanta", aseguró a finales de abril.