El encuentro entre Yolanda Díaz y Jaume Asens con Carles Puigdemont, que tuvo lugar este lunes en Bruselas, no ha sentado bien a la derecha española.
24 horas antes de que el ex president catalán pusiese sobre la mesa la amnistía como condición para apoyar a Pedro Sánchez, mantuvo una reunión con los citados políticos para acercar posturas. Un encuentro del que el PSOE se desligó.
El PP criticó la reunión y pidió el cese de la vicepresidenta, pero Vox ha ido un paso más allá y ha llevado la cuestión al Tribunal Supremo.
La formación ultraderechista ha solicitado al Alto Tribunal que ambos políticos testifiquen por "tratar de disfrazar una visita de cortesía parlamentaria" para evitar "desligarse de las consecuencias políticas y penales que pudieran derivarse".
Recalcan que deben facilitar la persecución de los delitos
En el comunicado han subrayado que los 2 son conocedores de la situación jurídica que tiene Puigdemont, que es un "prófugo de la Justicia". Han recordado que "tienen la obligación de promover la persecución de los delitos y de sus responsables y no facilitar la comisión de otros nuevos", por lo que insisten en que testifiquen ante los magistrados.
Para Vox Díaz y Asens podrían tener "conocimiento directo" de los planes del independentista de relevancia para el país y consideran que deben advertirlo para evitar posibles "actos delictivos" del encausado.
Asens califica la petición de "ridícula"
El dirigente de En Comú Podem ha respondido al requerimiento de Vox y ha calificado la petición de "ridícula".
Así se ha pronunciado en redes sociales y ha resaltado que él tuvo una "reunión política", no fue para hablar de "planes de futuro" de ninguno.
Ha cargado contra el partido de Santiago Abascal por solicitar su testimonio al Supremo, algo que considera que es "criminalizar la política".
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