Con el lema "La Seguridad Alimentaria Mundial: Los Desafíos del Cambio Climático y la Bioenergía", se celebra hoy esta importante fecha que incentiva a concientizar y a preocuparnos por las consecuencias medioambientales en la alimentación, en medio de los temores de la recesión global que atiza ya la pobreza, entre los más desprotegidos.
El Día Mundial de la Alimentación (DMA) fue establecido por los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en su Vigésima sesión, celebrada en noviembre de 1979. La fecha elegida - 16 de octubre - es el aniversario de la FAO.
"La finalidad de esta celebración es concientizar sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza, y que como seres humanos no podemos estar ajenos", comenta Marcelo Cádiz, secretario académico de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello.
Los objetivos de este Día Mundial de la Alimentación apuntan a:
* Estimular una mayor atención a la producción agrícola en todos los países y un mayor esfuerzo nacional, bilateral, multilateral y no gubernamental a ese fin.
* Estimular la cooperación económica y técnica entre países en desarrollo.
* Promover la participación de las poblaciones rurales, especialmente de las mujeres y de los grupos menos privilegiados, en las decisiones y actividades que afectan a sus condiciones de vida.
* Aumentar la conciencia pública de la naturaleza del problema del hambre en el mundo.
* Promover la transferencia de tecnologías al mundo en desarrollo.
* Fomentar todavía más el sentido de solidaridad nacional e internacional en la lucha contra el hambre, la malnutrición y la pobreza y señalar a la atención los éxitos conseguidos en materia de desarrollo alimentario y agrícola.
LOS DESAFÍOS "El lema para este año es 'La Seguridad Alimentaria Mundial: Los Desafíos del Cambio Climático y la Bioenergía'. El cambio climático nos afecta a todos ya que esto perjudica a los pequeños agricultores, pescadores y personas cuya vida depende de estos medio para subsistir, y que son poblaciones más expuestas a la inseguridad alimentaria; al ver afectada la disponibilidad de tierras de cultivo, aguas, biodiversidad, al precio de los alimentos y la creciente demanda de los biocombustibles producidos a partir de los cultivos alimentarios, repercute en gran medida a las poblaciones más pobres", comenta Marcelo Cádiz, secretario académico de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello. "Debemos como seres humanos estar preocupados por este tema, todos los días nos alimentamos e ingerimos lo que necesitamos, pero debemos saber también que aún existen 862 millones de personas en el mundo que están subnutridas, el calentamiento global y el auge de los biocombustibles, amenaza con aumentar esta cifra", concluye.