Los vecinos denuncian que la cúpula de la cárcel fue derribada fuera del horario

"Han ido directamente a por la cúpula para evitar la polémica, porque muerto el perro se acabó la rabia", señaló Jesús Rodríguez, miembro de la Asociación de Vecinos de Aluche. "Lo han hecho con nocturnidad y alevosía", denunciaba por su parte el portavoz de la Plataforma, Julián Rebollo. "No cumplieron los horarios ayer -este viernes-cuando derribaron parte de la cúpula por la noche y no los cumplen hoy sábado", criticó Rodríguez, mientras las máquinas seguían con las labores de derribo.

Los vecinos, ex presos y políticos que se congregaron en los exteriores de la cárcel coincidían en que "han ido a por la cúpula". "Las demoliciones siempre se hacen de fuera hacia adentro y en este caso lo han hecho al contrario", indicó el secretario general del Partido Comunista de Madrid (PCM), Juan Ramón Sanz, que aún mantiene la esperanza de que se pueda preservar la cúpula aunque hayan derribado una parte.

Casi una veintena de vecinos han pasado esta noche acampados en 12 tiendas en el exterior de la cárcel para protestar por la demolición. Este sábado, colgaban carteles en los que se leía: "Han ejecutado la memoria de Carabanchel", "Centro de la Memoria y Hospital Ya" o "Equipamientos sociales y la cúpula no es incompatible".

Los vecinos fueron testigos la noche de este viernes de cómo las piquetas penetraban en la cúpula hacia las 21.00 horas y cómo dos horas después una viga transversal golpeaba la máquina y se paraban los trabajos. "Creemos que querían hacerlo todo esta noche, pero que la viga estropeó la máquina y tuvieron que parar", explicó Rodríguez.

Este sábado los trabajos de demolición proseguían en la cárcel pero no en la cúpula, que presentaba una enorme brecha transversal. Por su parte, los vecinos continuarán con las acciones para conseguir que una parte de la cárcel se dedique a la memoria y que todos los terrenos se dediquen a equipamientos sociales y a un hospital público para Latina y Carabanchel. Este domingo, a las 12.00 horas, la Plataforma retomará las visitas guiadas a la cárcel, aunque ahora tendrán que hacerse desde el exterior.

Willy Meyer llevará el caso a Europa
El eurodiputado de Izquierda Unida, Willy Meyer, que estuvo preso en Carabanchel en los setenta, se acercó hoy al lugar de la protesta, donde anunció que su grupo parlamentario exigirá a la Comisión Europea y al Consejo Europeo que inste a España a que dé "una salida digna a la memoria histórica de todos los antifranquistas que pasaron muchos años de su vida en esta cárcel".

Meyer aseguró sentir "vergüenza como europeo" por la "sensibilidad cero" de las administraciones españolas para preservar un trozo de la historia. Así, justificó su crítica afirmando que en otras ciudades europeas sí que se han conservado lugares que fueron emblema del antifascismo europeo. "Aducen razones técnicas y económicas para la demolición, pero si fuera la catedral de León la que se viniera abajo no actuarían igual", criticó el eurodiputado, que añadió que los laicos también quieren preservar sus centros de culto.

Críticas de IU
La portavoz de IU en la Asamblea de Madrid, Inés Sabanés, criticó la "falta de sensibilización y la sinrazón" del Gobierno central al derribar la cúpula. Sabanés consideró que este viernes "fue un día triste para la Memoria histórica, especialmente para los miles de presos que pasaron por esta cárcel" y especifió que lo que pedían los vecinos "era muy poco" y compatible con el proyecto existente, "incluida la construcción de pisos". "No entendemos por qué no se ha querido llegar a un acuerdo y se ha optado por la piqueta", sentenció.

La diputada manifestó que el derribo de la cúpula "es incomprensible", además de ser una muestra absoluta de insensibilidad, prepotencia y nula capacidad de diálogo". Sabanés lamentó "profundamente lo sucedido" y subrayó que la cúpula sólo ocupaba el 0,3 por ciento del total de la cárcel, por lo que su mantenimiento no era incompatible con la construcción del hospital, las viviendas previstas y otros equipamientos sociales, pero indicó que "el Gobierno central ha preferido, incomprensiblemente, destruir este símbolo, y que no quede ni rastro del sufrimiento de las personas que por aquí pasaron".