La producción de gases de efecto invernadero crecieron desde 1990 un 76 por ciento en Madrid, un 22 por ciento más que en el resto de España, según el informe de CCOO y la revista World Wacht. Esperanza Aguirre suscribe en cambio "al 100 por cien" las palabras de Aznar en las que cuestionó la inversión para detener el cambio climático.
Según el informe (
consulte aquí el texto completo) Madrid aumentó un 75,92 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero desde 1990, ocupando así el octavo lugar de una lista que encabezan La Rioja, Murcia, Canarias y Andalucía. En conjunto, las emisiones de CO2 crecieron en España el 53,4 por ciento en 2007 respecto al año 1990 pese a que el Protocolo de Kioto, que está siendo claramente incumplido, limita ese incremento al 15 por ciento.

Estas cifras no llevan la preocupación a la Comunidad ni al
Ayuntamiento de Madrid, a pesar de que el nuevo director general de Medio Ambiente regional, Federico Ramos, admitió hace apenas un mes que la emisión de este gas había aumentado en 2006
un 75,7 por ciento en la Comunidad respecto a 1990.
Madrid no llega a Kioto
Las cifras sobre contaminación coincidieron con un pleno especialmente verde en la Asamblea de Madrid, donde la presidenta Esperanza Aguirre se declaró totalmente a favor de las valoraciones del ex presidente nacional José María Aznar. En ellas aseguró que "No es prudente destinar miles de millones a causas tan científicamente cuestionables en su viabilidad como ser capaces de mantener la temperatura del planeta Tierra dentro de un centenar de años y resolver un problema que quizás, o quizás no, tengan nuestros tataranietos".
Aguirre aseguró que, en lugar de ser quemada "en la hoguera" por ello, la oposición debería congratularse de que "hemos plantado 15 millones de árboles" en la Comunidad de Madrid. Inés Sabanés, portavoz de Izquierda Unida, le cuestionó entonces por el motivo por el que "ha reducido al 50 por ciento" las 35.000 hectáreas protegidas que iba a tener el
Parque del Guadarrama permitiendo ellas la caza y la tala de árboles y por qué "no ha protegido el Valle del Lozoya". Maru Menéndez señaló que Aguirre "se ha quedado sola" y su modelo de crecimiento "está obsoleto".

Sus explicaciones no satisfacieron a PSOE e IU, como tampoco lo hicieron las de Ana Isabel Mariño, consejera de Medio Ambiente. Mariño expuso que el Plan Azul para aumentar la calidad del aire está "ejecutado en un 72 por ciento", y que al final del mismo "vamos a reducir en un 15% las emisiones de CO2, óxido de azufre y óxido de nitrógeno".
Estos objetivos, señaló el socialista Enrique Echegoyen suponen que la región no cumplirá de ninguna manera con el Protocolo de Kioto. Echegoyen destacó además que en Madrid "hay cada año 83 muertos" por causa directa de la contaminación del aire sin que el Ejecutivo aplique "medidas reales" contra la contaminación, como reducir la circulación de vehículos privados. Resaltó además que las inversiones en el Metro no son productivas en este sentido mientras siga desciendo el número de viajeros del suburbano o se tengan que hacer "un plan detrás de otro plan" para comprobar si se cumplen las reducción del Plan Azul.