Vibrión parahemolítico ataca de nuevo

Al igual que cada año en esta temporada, las autoridades sanitarias están reforzando el llamado a consumir mariscos cocidos, única forma de prevenir los estragos producidos por el vibrión parahemolítico, bacteria presente en los mariscos bivalvos como almejas, cholgas, ostras y choritos, entre otros. 

Ya se han registrado 88 casos confirmados mientras otros 200 se encuentran en estudio. Los principales síntomas del contagio son fuertes cólicos estomacales, náuseas, fiebre, vómitos, diarrea, decaimiento, pérdida significativa de potasio y, en algunos casos, hasta la muerte.

Andrea Olea, subjefa del departamento de Epidemiología del Ministerio de salud señaló que los casos registrados este año aumentaron en un 368 %. "En esta época del año empieza a aumentar la temperatura del agua y los mariscos empiezan a filtrar y a concentrar el vibrio", aseveró. La experta sostuvo que si los marisco no se consumen cocidos, al menos cinco minutos, "la probabilidad de enfermar es altísima". Otra medida preventiva es evitar la contaminación cruzada por utencilios sin lavar.

La alerta se encendió tras una intoxicación masiva que se produjo este fin de semana en la la Región del Maule que afectó a más de 10 personas. La gobernadora provincial de Cauquenes, Angélica Sáez, informó que  que "entre viernes, sábado, domingo y lunes han estado llegando al hospital de Chanco y al hospital de Cauquenes una decena de personas intoxicadas por comer mariscos crudos en el sector costero". Hasta hoy la cifra aumentó a 77 personas. Considerando la proliferación de casos registrados en años anteriores y que en esta temporada el fenómeno recién comienza, no es del todo descartable decretar una emergencia sanitaria, tal como lo han solicitado anteriormente los gremios de la salud.

En este sentido, ya en febrero último, falleció una mujer de 71 años en Concepción a causa de la intoxicación producida por la bacteria, mientras que a marzo de 2005 se habían presentado más de 10 mil casos en todo el país. Con todo, es evidente que el vibrión parahemolítico esté lejos de ser un problema controlado, como ha pretendido año tras año el Gobierno; eso, sin contar los costos económicos que el problema provoca al sistema de salud pública.

El Vibrión Parahemolítico habita en cualquier lugar del mundo. Permanece en sedimentos de aguas costeras durante el invierno, pero cuando la temperatura aumenta se multiplica y coloniza en mariscos y crustáceos.