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Un procesado rompió a llorar y Zouhier protagonizó varios rifi-rafes

Triste e innecesario espectáculo en el Juicio del 11-M

Triste e innecesario espectáculo en el Juicio del 11-M

· El ex confidente Zouhier se declaró "superinocente" y sostiene que denunció la trama

martes 27 de febrero de 2007, 12:59h
La sesión matutina de este martes en el Juicio del 11-M ha estado marcada por la polémica, la tensión y un innecesario espectáculo de los procesados que han sido interrogados. El presunto colaborador de la "célula" terrorista que perpetró el 11-M Mahmoud Slimane rompió a llorar al ser preguntado sobre si condenaba la matanza y Rafá Zouhier, el ex confidente de la Guardia Civil, no defraudó las expectativas y, tristemente, protagonizó un espectáculo por su comportamiento.

   El confidente de la Guardia Civil y presunto colaborador de la "célula" terrorista del 11-M Rafa Zouhier se declaró este martes "superinocente" al inicio de su declaración ante la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional ,,que juzga la masacre, y declaró insistentemente que él había avisado a las autoridades españolas de que un grupo de asturianos había vendido 150 kilos de explosivos en Madrid.

   El interrogatorio de Zouhier, para quien se solicitan 20 años de cárcel, fue el primero realizado en este juicio por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, con quien el procesado polemizó abiertamente durante la declaración. Esto le valió continuas reprimendas por parte del presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, que incluso llegó a decirle en una ocasión que se callara "de una puñetera vez" y se limitara a contestar a las cuestiones en vez de cuestionarlas.

   La declaración de Zouhier elevó notablemente la tensión con la que hasta ese momento había transcurrido la séptima sesión del juicio por el 11-M en el pabellón de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo, en Madrid. Cuando se declaró "superinocente", Gómez Bermúdez le dijo a Zouhier que lo de "super" sobraba, y le avisó de que no le iba a "pasar ni una" durante su intervención.

   A preguntas de Zaragoza, Zouhier dijo que vive en España desde los 13 años, y que ha trabajado de forma legal en hostelería, como empleado de hogar e incluso en un srtriptease y también ha traficado con hachís.

   "Pero es que si hubiera sido médico, abogado o fiscal no me hubiera enterado de lo que me enteré", afirmó, en relación con los explosivos presuntamente facilitados por el ex minero José Emilio Suárez Trashorras. "Qué culpa tengo yo de los explosivos que explotaron en los trenes, yo le avisé a usted, que representa la Ley", insistió Zouhier ante el fiscal jefe.


Vinculación con ETA

   Uno de los puntos de la declaración que más elevó el tono de la sesión fue el relativo a unas informaciones de Zouhier cuando, estando preso en la cárcel de Villabona, en Asturias, avisó de que el también procesado de la trama asturiana Antonio Toro había pasado el teléfono de un miembro de ETA a su cuñado Trashorras durante una visita.

   A las preguntas del fiscal jefe sobre esta cuestión, Zouhier afirmó que su intención no es la de "perjudicar al PP o al PSOE o hablar de política". "Sólo dije que Toro estaba en el mismo módulo que los de ETA y allí habla todo el mundo con todo el mundo, y Toro le mostró un papel de un teléfono a su hermana y a Trashorras", insistió.

   En este punto, el fiscal se interesó por el hecho de que este episodio no lo reconociera ante la Justicia hasta su séptima declaración, y añadió que, según Trashorras, en dicha ocasión Toro le había mostrado el número de teléfono de la mujer de otro preso, no el de ningún etarra.

   "Pero yo aclaré muy bien que no he oído nada ni de ETA ni de tal, yo no vinculé a ETA con el atentado, y dije lo dije cuando me acordé", le contestó Zouhier, que negó que aportara estos detalles para adecuar sus declaraciones a lo que en dichos días estaba ocurriendo en la Comisión de Investigación del 11-M en el Congreso.

   "Yo seguía las noticias, pero lo que dije no era para el Parlamento, era para todos los españoles", continuó el acusado. Sobre lo de la mujer del preso, Zouhier recriminó al fiscal que antes creyera lo dicho por Trashorras que por él.


"El PP quiere saber la verdad"

   Preguntado por las declaraciones que realizó al margen de la instrucción de los hechos -a un cuestionario que le facilitó el diputado popular Jaime Ignacio del Burgo y a un medio de comunicación-, Zouhier indicó que él quería colaborar "con quien fuera, socialistas, populares o españoles", y no para obtener la libertad, ya que le da igual la cárcel. "Bajo mi punto de vista el PP quiere saber la verdad y yo le estoy contestando por eso".

   Dijo también que ha mandado varias cartas a diferentes medios de comunicación contando que avisó a la Guardia Civil y que incluso ha remitido una misiva al Rey Don Juan Carlos, y que no ha recibido dinero por ello. "Avisé de los explosivos del 11-M que usted dice que es Goma Dos", espetó al fiscal Zaragoza.

   Sobre los explosivos, reconoció que no avisó de las reuniones celebradas en los MacDonald's entre los asturianos y Jamal Ahmidan, "El Chino" -uno de los siete suicidas de Leganés- y lo explicó señalando que creía que éstos ya eran seguidos por la Policía porque ya había avisado insistentemente de su intención de vender explosivos en Madrid. "Creía que hasta los asturianos eran de ETA porque, para qué sirven los explosivos de este país", agregó.

   También dijo haber avisado a su supervisor, Víctor, de que Trashorras le había hecho entrega de un detonador, aunque, tras ser cuestionado insistentemente por este punto por Zaragoza, reconoció que la guardia civil se enteró cuando a él se hirió en la mano por intentar probar este dispositivo.

   Además, negó haber viajado a Asturias con Ahmidan, y retó al fiscal a demostrar este extremo, y dijo que tampoco avisó a la Guardia Civil porque lo desconocía totalmente Sobre el hecho de que su controlador no diera cuenta de confidencias desde finales de 2003 y hasta después de los atentados, Zouhier subrayó que le avisó de los explosivos mil veces, "pero como no había ninguna novedad, Víctor las destruiría", aventuró.

Vea el vídeo-resumen de sus momentos más polémicos.


Un colaborador rompe a llorar al preguntarle por el atentado

  El presunto colaborador de la "célula" terrorista que perpetró el 11-M Mahmoud Slimane rompió hoy a llorar ante la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional cuando su abogado, Cristóbal Gil del Campo, le preguntó qué sentía respecto a la masacre ocurrida en Madrid.

  Slimane señaló consternado que cuando vio a las mujeres madrileñas llorando por sus hijos y familiares le recordaron su propia madre, que lloró en Líbano la muerte de su hermano y de su padre. El procesado afirmó que "no hay palabras suficientes para condenar los hechos" y añadió que, a raíz de lo sucedido, a su mujer le han dicho en la calle que se vaya "a su país", y que esto también le entristece.

   Mahmoud Slimane Aoun, alias "Gabi", está acusado de colaboración con organización terrorista y falsificación de documentos. Según considera acreditado la Fiscalía, que solicita 13 años de prisión en su caso, se dedicaba a la manipulación de documentos y mantuvo varias conversaciones telefónicas con Jamal Ahmidan, uno de los siete suicidas de Leganés.

   La Fiscalía considera especialmente significativos los contactos mantenidos el 28 de febrero, fecha en que se produjo el viaje de los terroristas a Asturias para sustraer presuntamente los explosivos. "Gabi" mantenía también relación telefónica con el procesado Abdelilah El Fadual El Akil, al que prestó ayuda en numerosas ocasiones llevándole a los lugares a los que se desplazaba.

  Además la policía identificó contactos telefónicos con Mohamed Oulad Akcha, uno de los suicidas de Leganés, a principios de marzo de 2004. Las investigaciones sobre estas conversaciones telefónicas revelan que la tarde del 11-M estuvo en la zona de Morata de Tajuña y el 13 de marzo en Leganés.

  Slimane, ya declaró ayer ante el tribunal que juzga estos hechos, que celebra hoy la séptima sesión del juicio en el pabellón de Audiencia Nacional en la Casa de Campo.

  A preguntas de su abogado defensor, insistió en que no le gusta la violencia y que jamás ha pertenecido nunca a ningún grupo islamista ni ha asistido a reuniones radicales. "Soy chiíta", afirmó, para explicar que no se relacionaba con suníes como Jamal Ahmidan.

   Sobre el pasaporte falso que utilizaba cuando fue detenino, Slimane reconoció que, estando en prisión, encargó a otra persona hacerle el documento falso y pago por él cerca de 2.000 euros. La razón es que ·prefiere estar en España en prisión que volver a Líbano, país del que huyó por la guerra de los 90.
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