Real Madrid: y ahora... ¡a jugar!

¿Qué duda cabe de que el Real Madrid, a pesar de que la denominación de origen la tenga su eterno rival por la primacía en España, el Barça, también es más que un club de fútbol. Aunque el bochornoso esperpento recientísimo que ha protagonizado en las últimas semanas –continuación de los que ya vienen desde la época de Florentino Pérez y su ‘espantá’- le ha situado en la cima informativa por cuestiones ajenas al propio juego en sí del equipo, por cierto bastante vulgar. Salvo precisamente el Barça y aun así en menor medida, en otro club, semejantes y tan negativos hechos ni siquiera serían noticia, y ocuparían algún ‘breve’ en la prensa escrita o escasos segundos en la audiovisual. Pero en el mejor club del mundo –FIFA 'dixit', con razón-, no sólo han sido el centro de atención en la sección de deportes, sino incluso la noticia de apertura de todos los medios, aunque casi nada tuvieran que ver con el fútbol en sí.

Superada transitoriamente esta etapa y en el intermedio de la nueva –elecciones por medio, en las que deberán destapar sus cartas los más o menos tapados y poderosos Florentino Pérez, Villar Mir y Villalonga (éste ya se ha postulado),  Fernández Tapias  y el propio mandatario actual, Vicente Boluda- toca hablar sólo del fútbol/fútbol. Tras uno de los pocos aciertos del ya dimitido o cesado Calderón, echar al indolente y antipático Schuster para contratar al riguroso y sencillo Juande Ramos, la plantilla debe centrarse en lo suyo. O sea, en desplegar su mejor juego e intentar acercarse lo más posible al casi intratable Barça -que este sábado realizó otra exhibición ante el Depor (5-0)-  e incluso buscar también el milagro de eliminar al ‘Spasnisliverpool’ en la Liga de Campeones.

Con un poco de tranquilidad desde arriba –donde es menester procurar una transición sin escándalos-, el Real Madrid debe volver a los antiguos tiempos, casi lejanos ya de estabilidad en la directiva, como en la época de Luis de Carlos, de Lorenzo Sanz e incluso los dos primeros años de Florentino. A ser sólo un equipo de fútbol. Algo que al margen de cómo se pronuncien los socios, mirando al palco con Boluda  -tan responsable como Calderón de sus errores-.este domingo en el partido ante Osasuna, después debe llegar la tranquilidad al Madrid. Para su bien e imagen directa y para la del fútbol español indirectamente. De modo que... ¡a jugar!