Rajoy 'pillado' por culpa de su puro ante el semáforo

El 'apagón informativo' sobre la investigación interna abierta por la dirección nacional del PP sobre la supuesta trama de espionaje madrileño, llevó este lunes a los periodistas a montar guardia a la entrada de la sede de la calle Génova a la espera de que salieran algún barón regional de la reunión sobre financiación autonómica que habían mantenido ese misma mañana con Mariano Rajoy. El frío y la lluvia no hicieron desistir a los informadores. "¿Por qué no hay rueda de prensa como todos - o caso todos, porque la semana pasada tampoco hubo- los lunes?", preguntamos algunos. Silencio administrativo.

    A media mañana una fugaz Esperanza Aguirre salía escopetada de la sede sin hacer declaraciones a un acto con los Príncipes de España. Para entonces ya se sabía que había aceptado abrir una Comisión de Investigación sobre el 'espionaje' en la Asamblea de Madrid. Poco después salió  Francisco Granados, también a todo correr. Sobre las dos y cuarto de la tarde fueron empezando a desfilar algunos dirigentes regionales como la catalana Alicia Sánchez Camacho, la balear Rosa Estarás, el canario José Manuel Soria, la aragonesa Luisa Fernanda Rudí, o el asturiano Ovidio Sánchez....

    Pero los reporteros que conocen las costumbres del líder del PP se apostaron en la esquina de la calle Génova con Zurbano, junto al semáforo, esperando a que apareciera el coche de Mariano Rajoy. Y apareció. Los cámaras pudieron tomar imágenes de Rajoy, apoltronado en la parte de atrás junto a su inseparable Jorge Moragas, fumándose uno de sus interminables puros. El humo del cigarro le obligó a dejar bajada parte de su ventanilla de modo que no pocos informadores aprovecharon para 'atacar' con sus micrófonos con la ingenua esperanza de ver si el líder hacía algún comentario. El semáforo se abrió y Rajoy se fue con su socarrona sonrisa pero sin decir ni pío.