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Nueva York celebra los 400 años de la llegada de los holandeses

Nueva York celebra los 400 años de la llegada de los holandeses

lunes 20 de abril de 2009, 23:11h
Nueva York celebra los 400 años de la llegada de los holandesesHace 400 años, un osado explorador inglés que buscaba una ruta hacia las Indias pisó tierra firme en la desembocadura de un gran río y abrió las puertas al establecimiento de un pequeño asentamiento holandés que con el correr de los años se convirtió en una de las grandes metrópolis del mundo, Nueva York.

El explorador Henry Hudson zarpó el 4 de abril de 1609 de Amsterdam al mando del Half Moon (Media Luna), un barco de 17 metros (58 pies), y cinco meses después llegó a la desembocadura de lo que es hoy el río Hudson. Poco después, los holandeses fundaron allí la colonia Nueva Amsterdam, más tarde rebautizada Nueva York.

Los neoyorquinos recuerdan hoy el importante papel que desempeñó Hudson en la historia de su ciudad con exhibiciones en el Museo Municipal de Nueva York y en la New-York Historical Society, una recreación del viaje de Half Moon por el majestuoso río Hudson y numerosos eventos aquí y en Amsterdam.

El objetivo de Hudson, como el de tantos exploradores europeos de la época, era encontrar una forma de llegar al Asia navegando hacia occidente. Cuando recorrieron el río Hudson, los expedicionarios pensaron que se trataba de un pasaje que comunicaría con el Pacífico. Hudson y una tripulación de 20 hombres llegaron solamente hasta Albany, hoy capital del estado de Nueva York, y regresaron, tras comprobar que no había salida al mar. Pero el impacto de su viaje fue enorme.

Hudson informó que había visto gran cantidad de castores, lo que despertó el interés de los comerciantes de pieles holandeses, y hacia 1621 la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales había levantado un asentamiento llamado Nueva Amsterdam en el sector donde el Hudson desemboca en el mar.

Se trató de un "punto de apoyo", según lo describió la conservadora de Museo Municipal Sarah Henry, que pasó a ser el corazón de Nueva Holanda, una colonia que se extendió desde lo que es hoy Connecticut hasta Delaware.

En lugar de competir con Gran Bretaña y Francia por territorios, los holandeses se concentraron en el comercio, algo que conocían a fondo.

"No es muy sabido que el concepto de una compañía permanente, propiedad de accionistas, es un invento de los holandeses", expresó Henry. "Esta forma innovadora de hacer negocios ayudó a sentar las bases para que Nueva York llegase a ser un centro financiero y comercial".

Ese es uno de los temas que abordan tres exhibiciones planeadas en el museo y otra programada en Holanda llamada "Amsterdam/Nueva Amsterdam: Los mundos de Henry Hudson".

La New-York Historical Society, por su parte, programa dos muestras y el consulado holandés en Nueva York anuncia una cincuentena de actos en Amsterdam y Nueva York, incluidos un programa de conciertos llamado "Noches de Nueva York" en la capital holandesa, paseos caminando y muestras de flores y artísticas.

En septiembre, una réplica del Half Moon repetirá el viaje por el Hudson.

Hudson llegó el 3 de septiembre de 1609 y se internó en el río, que había sido descubierto por el italiano Giovanni de Verrazano en 1524 y por el que también habían pasado exploradores franceses, portugueses e ingleses.

A lo largo de un recorrido de 230 kilómetros (150 millas) hizo negocios con los indios (chucherías y navajas a cambio de tabaco) y encalló varias veces hasta que decidió dar marcha atrás cuando comprendió que no se podía seguir navegando por el río.

Los holandeses decían que le compraban tierras a los nativos, pero en realidad lo que hacían era pagar una especie de alquiler y las devolvían cuando se iban, según Henry. "Los indios no concebían que la tierra, el agua o el aire pudiesen ser propiedad de alguien. No veían el mundo de esa manera".

Los holandeses trajeron no solo sus aptitudes comerciales sino una "libertad de conciencia" que protegió a la gente de la persecución religiosa, un principio que luego sería incorporado a la Declaración de Derechos de Estados Unidos. Por más que existía la esclavitud, Nueva Amsterdam, igual que la Nueva York moderna, era una ciudad con gran diversidad étnica, en la que se llegaron a hablar 18 idiomas en 1660.

La colonia duró medio siglo y en 1664, durante una guerra anglo-holandesa, pasó a manos de los ingleses, que la rebautizaron Nueva York. Hoy apenas sobreviven los nombres de algunas calles, ya que incendios arrasaron con todas las edificaciones de la ciudad holandesa. Un río, una carretera y un puente llevan el nombre de Henry Hudson, quien tiene una estatua en un parque dedicado a él en el Bronx.

También sobreviven varios mitos, entre ellos uno según el cual los holandeses le compraron la isla de Manhattan a los indígenas por 24 dólares. Incluso en esa época, dijo el historiador holandés Jaap A. Jacobs, esa suma hubiera sido irrisoria.

Una carta escrita por un funcionario holandés en 1626 dice que se pagaron "60 florines", probablemente en bienes, según Jacobs. "Cuesta convertir cualquier suma del siglo XVII a moneda actual, pero, como referencia, un soldado ganaba 12 florines por mes y un artesano de renombre 300 al año".



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