El Carlos III se blinda para tratar los casos sospechosos de gripe porcina

Once personas -entre los que han regresado de México y los que han tenido contacto directo con viajeros- están ingresadas en el que es el centro de referencia en Madrid para enfermedades emergentes, una denominación que deja atrás la calificación de hospital de infecciosos que mantuvo durante años. Sus análisis han sido enviados al laboratorio de Majadahonda, donde aún no se ha confirmado ni descartado que tengan la enfermedad.

El proceso puede tardar 48 horas, por lo que la vigilancia a la que se les somete es intensa. Según explicaron a Madridiario los portavoces del centro se está aplicando "a rajatabla" el mismo protocolo ordenado por el Ministerio de Sanidad para la gripe aviar.

Bata, guantes, mascarilla y aparatos propios
Este sistema supone que los pacientes están aislados del resto de enfermos. Para estos casos, el Carlos III dispone de habitaciones de presión negativa, cuyo sistema de ventilación hace que el aire entre del exterior al interior y evite diseminar el virus. Los médicos, enfermeras y el resto de personal que les trata entra a las habitaciones con bata, guantes, mascarilla protectora y gafas si es necesario, dado que el virus se transmite por el aire o por contacto con superficies donde se haya depositado tras toser o estornudar. Antes de salir, todo el material es depositado en un cubo hermético que después es desechado en condiciones especiales.

A cada enfermo, según el protocolo, se le ha asignado sus propios aparatos de exploración -que siempre están dentro de la habitación- y se le ha reducido al mínimo sus efectos personales. Tanto él mismo como sus familiares deben llevar siempre la mascarilla puesta y se les insiste en que se laven las manos durante 15 segundos o se las desinfecten con una solución alcohólica o gel especial. A la hora de la limpieza, el personal toma las mismas precauciones y limpia con bayetas o mopas desechables, desinfectando el área con lejía. Incluso las sábanas de la cama se meten en bolsas de plástico y se lavan a temperaturas superiores a 60º para garantizar la muerte del virus.

Posible aumento de casos
A pesar de la presencia de estos enfermos el Hospital Carlos III asegura que la situación en sus instalaciones es de "total normalidad", "como si fuera una gripe más, que al fin y al cabo es lo que es". Las precauciones se mantienen debido a que no se conoce aún la virulencia de la cepa del A/H1N1, que en dos días ha pasado de cuatro a nueve casos sospechosos en 24 horas y se prevé que se den más.

La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, señaló este martes ante el Pleno del Senado que la coordinación con las comunidades autónomas permite que la situación actual sea de "control" del brote. AENA continúa recomendando precaución y extremar la higiene a los que viajen o regresen de las zonas afectadas. Con todo, un grupo de trabajadores del Carlos III reclama al consejero de Sanidad, Juan José Güemes, la reapertura del Servicio de Urgencias, la Hospitalización de Pediatría y la planta de Neumología para poder afrontar un posible aumento de casos en Madrid.