Rajoy consigue una tregua

Desde el escenario montado para la ocasión, Rajoy exigió “un cambio en la política económica del Gobierno y en muchas cosas porque así lo han dicho la mayoría de los españoles".

"Una nueva mayoría de españoles ha expresado su voluntad de cambio" y por ello el Partido Popular ganará "pronto" las generales, aseguró. Pero su expresión y la de los militantes mostraban que la diferencia de dos diputados respecto al PSOE (23 frente a 21) no parecía suficientemente contundente.

“Los españoles han avalado la estrategia que hizo el PP en el Congreso de Valencia”, necesitó decir Rajoy en el balcón, refiriéndose al último congreso que eligió a la actual dirección. Era una forma de autoafirmarse, a él y a su equipo, frente a los militantes presentes y frente a los españoles. Pero su cara no mostraba la alegría de una victoria.

En el escenario, el más feliz se mostraba el candidato Jaime Mayor Oreja, al que los simpatizantes presentes le hicieron botar. A su lado, la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, en un segundo plano, dejando escapar alguna sonrisa, sobre todo cuando la masa popular coreaba su nombre. Rajoy también algo frío, escuchaba las palabras de Oreja.

Y es que los resultados no afianzan del todo a Rajoy como líder del PP para el futuro. A los militantes presentes en Génova que Diriocritico consultó después de conocerse los resultados definitivos, no les pareció una victoria que afiance a su líder, sobre todo cuando todavía faltan casi tres años para las siguientes elecciones generales. La alegría y la motivación venía por la derrota del partido del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El resultado tampoco ha sido demasiado espectacular para los conservadores, sólo cuatro centésimas más que en las elecciones de 2004 (un 42,25% de los votos). Aunque el PP sí ha demostrado una gran base electoral, la victoria se debe fundamentalmente al hundimiento socialista.

“¡Zapatero, dimisión¡”, fue lo más coreado en el momento de la celebración con banderas de Europa, de España y del PP, con un tímido “¡presidente, presidente!” para Rajoy. Si estos comicios no sedujeron a los electores, tampoco motivaron a los dirigentes para señalar claramente el principio del cambio. Pero de momento, la sensación de los presentes es que Rajoy gana algo de tiempo. Nada se moverá, por ahora.