Boliviana expulsada de Ecuador

Según Extra.ec, la mujer de 33 años se niega a abandonar el Ecuador mientras no se le devuelva los 1.500 dólares que asegura le incautaron de su vivienda y con los que piensa abandonar el país por voluntad propia.

La fiscal ecuatoriana, Yanina Villagómez, confirmó que ella está infectada con el virus del Sida y que la situación “es bastante delicada porque la misma señora, en su testimonio ante el Juez de Garantías Penales y ante la Fiscalía, confesó que recibía ocho clientes diarios aproximadamente”, los cuales, multiplicados por los ocho meses que estuvo prestando los servicios sexuales, dan un total que aproximadamente 2.000 posibles contagiados.

Su pareja, el ucraniano Gennadi Bojok, también padece el mal por lo que se cree que habrían más contagiados, pues también se filmaban manteniendo relaciones sexuales con otras personas.

Bojok estuvo detenido cuando su pareja lo acusó de obligarla a prostituirse en internet, pero días después fue liberado porque ella se retractó de su denuncia. Juana Cáceres también fue apresada en mayo, tras un operativo policial que investiga el caso.

En la denuncia hecha ante la fiscal Yanina Villagómez, la mujer explicó que era obligada por Bojok a prestar servicios sexuales dentro de su domicilio, ya que de lo contrario la amenazaba con enviar fotos y videos sexuales a su familia en Bolivia. Además denunció que le escondió el pasaporte para evitar que escape.

Villagómez dijo que la extranjera primero señaló que era obligada a prostituirse e incluso indicó que le habían escondido su pasaporte y el de su hija, que luego fueron hallados por los agentes en el tumbado de la casa.

En cuanto al conviviente, informó que aparentemente también prestaba servicios sexuales, aparte de grabar las escenas que fueron recuperadas de la computadora y de los CDs de su propiedad. Pero luego él logró recuperar la libertad, entre otras cosas, porque Juana Cáceres afirmó que todo lo dicho en su denuncia era totalmente falso y que fue obligada a firmar unos documentos donde ya estaba transcrita una declaración que no supo su contenido. Agregó que su marido jamás la maltrató "ni física ni moralmente".
En cuando a la página que tenía en internet denominada Sexo con Mariana, donde decía: "puedo ser tuya por 40 dólares con todo el servicio completo", señaló que fue con consentimiento de parte y parte y que "la Constitución establece la libertad de las personas para ejercer libremente el sexo...y que es un modus vivendi elegido por ella y no es ningún delito".

Al respecto, la Fiscal señaló que en este tipo de delito la víctima nunca acepta que es abusada sexualmente “porque por un lado está la seducción, el engaño y mucho más aún cuando ella es conviviente de su agresor sexual. También existe ese reconocimiento implícito de que es la persona que le da de comer, eso no le hace ver que está siendo seducida, engañada y hasta permite que filmen desnuda a su propia hija”.

La extranjera también dio a conocer otra versión contradictoria en la que indicó que en el 2001 conoció a Bojok en un restaurante, quien le manifestó ser de Ucrania. Desde entonces entablaron una relación que terminó en unión.

El extranjero se dedicaba “a la elaboración y venta de licores” lo que, a decir de la boliviana, le dejaba buenos ingresos que le permitían viajar a los dos, con sus respectivas hijas, a distintos países del mundo. Incluso él le dio el apellido a su hija que no estaba reconocida por su verdadero padre.

En julio del año pasado, decidieron visitar Ecuador, donde permanecieron una semana y de allí se regresaron, pero al poco tiempo volvieron porque supuestamente el ucraniano tenía que sacar un vehículo de su propiedad, en el Puerto de Guayaquil.

Estuvieron hospedados en un hotel, pero luego alquilaron una casa en Guayacanes. Después de varios días, el extranjero le comentó que no había dinero para sacar el carro y que “había que hacer algo”. También le comentó que desde hace tiempo tenía la fantasía sexual de intercambiar parejas y que lo ayude a cumplir su deseo. Relata la boliviana que debido a las múltiples solicitudes, ella aceptó el pedido y desde entonces eran visitados por parejas. Los ingresos era para comprarse un auto.

Será deportada a Bolivia

Juana Cáceres, a más de solicitar al juez Octavo, Galo Almeida, que oficie al departamento de Criminalística de la Policía para que le devuelvan sus documentos y el dinero previo a su deportación, también hace constar que desiste de acusar a su marido.

El Juez Octavo de Garantía Penal no acogió el pedido y contestó que con respecto “al de-sistimiento solicitado no procede por cuanto únicamente se desiste de la acusación particular y no de la denuncia”, aclarando que “no consta dentro de auto que se haya presentado acusación particular por parte de ofendido alguno”.