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Luces y sombras de la crisis

Luces y sombras de la crisis

sábado 27 de junio de 2009, 20:48h
El último Panel de Previsiones de FUNCAS, publicado este mes, merece especial atención. Nos dice, por ejemplo, que el PIB se contrajo un 1,9% en el primer trimestre del año en comparación con el trimestre anterior, con lo que la caída interanual se intensificó hasta el 3%. El resultado ha sido peor de lo estimado por las cifras de consenso del anterior Panel de Previsiones, que en las estimaciones relativas al perfil trimestral apuntaban a un retroceso del 2,4% interanual. El consumo y la inversión en bienes de equipo han profundizado su caída, mientras la inversión en construcción ha reducido el ritmo de descenso debido a que el crecimiento de la inversión en construcción no residencial ha contrarrestado la aceleración de la caída de la inversión en construcción de viviendas.

La previsión de consenso para 2010, que se solicitó por primera vez en el anterior Panel de Previsiones, se ha recortado en una décima porcentual, hasta -0,7%, y también para 2010 se han revisado a la baja las previsiones de los componentes de la demanda. Estima FUNCAS que de acuerdo con las tasas inter-trimestrales implícitas la fase más intensa del ajuste se habría producido en el primer cuarto de 2009, esperándose caídas más moderadas para los periodos posteriores, pero la tasa interanual, que recoge con retraso los puntos de inflexión del ciclo, no alcanzaría su valor mínimo hasta el tercer trimestre de este año. El resumen del resumen es que el PIB volvería a una senda de crecimiento en el segundo trimestre de 2010.   

En el sector industrial prosigue el acusado declive de la actividad iniciado hace un año, pero el ritmo de la caída tiende a frenarse. Los índices de cifra de negocios en el sector y de gestores de compras apuntan en el mismo sentido. Incluso, en el mes de abril se registró un crecimiento del IPI del 1,4% con respecto al mes anterior, dato aislado que probablemente no tenga continuidad en los próximos meses, dado que, para los analistas de FUNCAS, las negativas perspectivas, tanto para la demanda nacional como externa, excluyen cualquier escenario de rápida recuperación para la actividad industrial. Lo cierto y probables es que las caídas vayan a continuar, quizá de forma más suave si efectivamente el grueso del ajuste hubiera tenido ya lugar, como parece. Las previsiones para la actividad del sector, que en el anterior Panel de Previsiones no recogían suficientemente las caídas que estaba sufriendo el IPI, se han recortado, dejando las cifras de consenso en -18,2% para 2009, y -6,4% para 2010.

Por lo que hace a la tasa de inflación ya ha encadenado tres meses consecutivos de caídas, a consecuencia de los efectos escalón derivados del descenso del precio del petróleo en la última parte de 2008, así como de la caída de la demanda. La tendencia descendente ha sido incluso más acusada de lo previsto, pero no hay motivos para hablar de deflación, puesto que las bajadas interanuales de precios no son generalizadas y la tasa subyacente continúa en positivo. Las tasas negativas se van a mantener en los próximos meses, tal y como recogen las previsiones trimestrales de consenso (cuadro 2), y la media anual se va a situar en el -0,1%. En 2010 la media anual se situará en el 1,6%, sin cambios con respecto al Panel anterior.

Siguiendo el análisis de FUNCAS, las menores tasas de inflación previstas para este año y la debilidad del mercado laboral ya se están reflejando en una desaceleración en el crecimiento de los costes salariales, si bien de forma moderada. Los incrementos pactados en la negociación colectiva en los primeros cuatro meses del año se han situado en el 2,7%, frente a un 3,6% (sin incluir cláusulas de salvaguardia) del año anterior. La encuesta trimestral armonizada de costes laborales recoge una aceleración con respecto al anterior trimestre, hasta el 4,8%, para el conjunto de costes laborales, aunque los costes exclusivamente salariales se ralentizan hasta un 3,3%. La remuneración por asalariado de la CNTR, por su parte, indica un crecimiento del 4% interanual, lo que supone también una ralentización con respecto a los incrementos registrados el año pasado. La previsión de consenso de crecimiento de esta variable para 2009 se mantiene en el 2,9%, mientras que para 2010 se espera un ascenso del 2,1%, lo que supone cuatro décimas porcentuales menos de lo previsto en el anterior Panel de Previsiones.

¿Y el empleo? Pese al fuerte ritmo de destrucción de empleo que se ha producido en el primer trimestre del año, a partir de febrero se percibe una tendencia hacia la moderación del mismo, que se ha consolidado en abril y mayo. En este último mes se ha producido, incluso, un descenso del desempleo registrado y un aumento en las cifras de afiliación. En el análisis de FUNCAS, aunque dichos resultados no suponen el inicio de una recuperación del empleo, ya que obedecen a factores estacionales, son, al menos, una indicación de que el ajuste está perdiendo intensidad. Los panelistas estiman que la caída del empleo en el conjunto del año ascenderá al 6,2%, ocho décimas porcentuales más que en el panel de abril, y que en 2010 seguirá reduciéndose un 2%, cinco décimas más que en las anteriores estimaciones. 

A partir de las previsiones de crecimiento del PIB y del empleo, se obtiene un aumento esperado de la productividad del 2,7% en 2009 y del 1,3% en 2010, así como un aumento de los costes laborales unitarios del 0,2% este año y del 0,8% el próximo, lo que supondría una notable aceleración de la primera y una ralentización de los segundos con respecto a los últimos años. 

Al mismo tiempo, FUNCAS señala que mejora el desequilibrio exterior y empeora el presupuestario. De hecho, el desequilibrio exterior continúa la corrección iniciada el pasado año como consecuencia de la acusada caída de la demanda nacional. En el primer trimestre de este año, el déficit comercial se ha reducido a la mitad en comparación con un año antes. Este descenso ha sido en parte compensado con el empeoramiento de los saldos de rentas y de capital, de modo que el déficit por cuenta corriente ha descendido un 28%, hasta el 8,8% del PIB, frente a un déficit del 12% en el mismo trimestre del año anterior. Para el conjunto de este año se prevé una reducción del déficit por cuenta corriente hasta el 5,8% del PIB, y en 2010 continuará la corrección hasta un saldo deficitario del 4,3% del PIB. 

Ahora bien, si la recesión está propiciando una corrección del desequilibrio exterior, en lo que respecta a las cuentas públicas produce el efecto contrario, es decir, está intensificando dicho desequilibrio. En los primeros cuatro meses de este año los ingresos se han contraído más todavía que en el mismo periodo del pasado año, mientras que los gastos han seguido creciendo, lo que ha elevado el déficit del Estado acumulado al mes de abril hasta un 0,6% del PIB, frente a un excedente del 0,8% registrado en 2008. La previsión de FUNCAS ha vuelto a empeorar hasta un déficit del 8,6% del PIB en 2009 y 8,8% en 2010.

Por otra parte, este semana hubo mucho interés y comentarios en torno al siempre polémico presidente del BCE, Jean Claude Trichet, que no se anduvo precisamente con rodeos durante su comparecencia en el Foro Nueva Economía ante el “todo Madrid” político, financiero y mediático. Trichet reclamó que España afronte de una vez una reforma del mercado laboral y una línea de moderación salarial, como escenario inexcusable para recuperar la competitividad. El presidente del BCE no sólo se declaró identificado con la reforma laboral que propugna el Banco de España, cuyo gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez recibía así público e intenso respaldo, sino que subrayó su estricta coherencia con el criterio del Banco Central Europeo. Trichet insistió en la “rigidez del mercado laboral español, con un sistema de protección de los trabajadores muy oneroso para las empresas”, afirmó que "la idea de un mercado más flexible es buena” y pidió que se tuviera en cuenta.

Recordó Trichet que la persistencia de la inflación y del diferencial existente en la media de costes laborales con la zona euro durante la expansión económica de España han dañado la competitividad y que sólo "unas reformas estructurales apropiadas darán soporte a un repunte sostenido de la economía y también a la consolidación de las finanzas públicas", lo que será crucial para que se recupere la confianza.

No podía faltar el análisis del comentado desequilibrio de nuestras cuentas públicas, y así el presidente del BCE advirtió también que el Gobierno español ya no cuenta con más margen para continuar endeudándose y que no sería positivo para las arcas del Estado poner en marcha nuevas medidas que desemboquen en un mayor déficit público. Trichet reclamó también la reestructuración del sector financiero español: "Es sumamente importante. La tensión a la que estamos sometido pide una reforma", en España y también en los restantes países de la zona euro. No se anduvo con rodeos: "España, al igual que otros muchos países cuenta con un sector financiero muy diversificado. Tiene instituciones muy sólidas que no han necesitado ningún tipo de ayudas y las hay que ya las han necesitado o podrían necesitarlas en el futuro". 

En elocuente coincidencia, la OCDE estima que la política presupuestaria del Estado debiera ser neutral en 2010, recomienda incluso las quiebras de intermediarios financieros con problemas de solvencia y pide que las cajas acudan a fuentes externas del sector privado para procurarse fondos propios y eliminar los obstáculos a las fusiones. Entienden los analistas de la OCDE que, en España, el parque de viviendas vacías continuará pesando sobre los precios y la actividad en el sector y sugiere paralizar los planes de apoyo a la construcción de viviendas sociales. 

En el ámbito de la actividad en los mercados, es preciso reconocer que, contra el pronóstico de este observador, la Bolsa española no ha aguantado esta semana los 9.700 puntos, incluso después de haber intentado aproximarse a esos 9.800 puntos que marcarían un máximo de recuperación y que sigo considerando muy cerca de ser alcanzados. El IBEX cerró este viernes en 9.686,90 puntos, prácticamente pues en los 9700, pero es probable que el recorrido al alza, que cada vez niegan menos, nos lleve por fin la semana entrante a ese sueño de los 9.800 puntos. El mismo hecho de que aparezca dinero a la mínima caída es una señal de fortaleza que puede anunciar una pronta superación de estos niveles, lo que permitiría retomar la tendencia alcista.

Lo cierto es que esta semana los bancos han subido, nada menos que el 0,78% Santander y el 0,46% BBVA y que los descensos, quizá con la excepción de Inditex, son muy moderados, desde el 0,03% de Telefónica al 0,09% de Iberdrola y el 0,38% de Repsol. La impresión general es que los inversores ven venir buenos tiempos y se están preparando. No cabe duda de que es momento de no abandonar la Bolsa, incluso de entrar en ella, para pequeños y medianos inversores.

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