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Es el país más afectado

Argentina admite que existen 100.000 posibles casos de gripe A

Argentina admite que existen 100.000 posibles casos de gripe A

sábado 04 de julio de 2009, 04:27h
En menos de una semana, lo que va desde el día antes de las elecciones, el pasado domingo, a este viernes, los casos oficiales de gripe A han pasado de 1.587 a 100.000, lo que coloca a Argentina como el país del mundo con más infectados.

De acuerdo con el ministro de Salud de Argentina, Juan Manzur, en lo que va de año se calcula que los contagiados por la gripe común son 320.000 y de éstos unos 100.000 serían por el virus AH1N1.

Por su parte, la presidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner, tratando de calmar los ánimos, señaló que las cifras son estimaciones no confirmadas y que los laboratorios encargados de los análisis sólo han comprobado 2.800 casos.

La epidemia, en cualquier caso, está completamente descontrolada en Argentina y en Buenos Aires especialmente, y los ciudadanos empiezan a creer que las autoridades han actuado irresponsablemente. "Parece mentira. Fueron muchísimo más serios los mexicanos que nosotros. Esto es un desastre", se queja María Elena, enfermera del centro sanitario. "Le decimos a la gente que compre alcohol en gel y se lave continuamente las manos y que use barbijo si tiene que coger transportes colectivos, y resulta que no hay alcohol en prácticamente ninguna farmacia y que los barbijos se han agotado". Nadie parece haberse ocupado de organizar un aumento de la producción ni nada por el estilo. "Yo llevo recorridas ocho y ya desisto", confirma Rubén Mateo, a la puerta de una farmacia que ha colgado un cartel anunciando que el alcohol no llegará, probablemente, hasta la semana que viene.

Los argentinos empiezan a darse cuenta ahora del alcance de la epidemia de gripe A. Oficialmente se reconocen 44 muertos, pero la mayoría de los medios de comunicación habla ya de 55 (hace una semana eran 28).

Como parece imposible que los casos hayan pasado de mil y pico a cien mil en seis días, la mayoría empieza a pensar que las autoridades han estado ocultando la información. "Ha sido una desgracia: el estallido de la epidemia ha coincidido con la campaña electoral de las legislativas y todo el mundo ha estado más preocupado de los resultados electorales que por lo que estaba pasando en los hospitales".

La ministra de Salud, Gabriela Ocaña, intentó incluso que se aplazaran las elecciones pero, por lo que se ve, la miraron como si estuviera loca. Ocaña dimitió al día siguiente de los comicios. Y el nuevo ministro tardó cuatro horas en reconocer cien mil contagiados.

De prisa y corriendo se lanzan ahora medidas de contención, una tras otra. Este viernes, decenas de empleados de la municipalidad pegaban carteles por toda la capital pidiendo a la gente que se lave las manos, se tape la boca si tose, se quede en casa y llame al médico si se encuentra mal. La decisión más importante ha sido la de cerrar todos los colegios durante un mes. ¿Y qué harán los padres que tienen que ir a trabajar? Los argentinos funcionan con una cosa que se llama "flexibilidad". Lo explicó muy bien el subsecretario de Relaciones Laborales, Álvaro Ruiz: "Si tienen hijos menores de 14 años y nadie que pueda ocuparse de ellos, se pide a las empresas que tengan flexibilidad". "Si hay alguien enfermo en la familia y hay que cuidarle, se pide a las empresas flexibilidad". Lo único claro es que las mujeres embarazadas, los enfermos oncológicos y diabéticos, y quienes padecen enfermedades respiratorias crónicas podrán pedir quince días de vacaciones pagadas. Por lo demás, no está claro en qué consiste la flexibilidad para las empresas privadas, ni cómo se van a recuperar tantos días lectivos perdidos.

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