Alberto Contador no quiso valorar la táctica del Astana en la etapa del día y aseguró que las diferencias cedidas "son insignificantes".
"No entro a valorar la táctica del equipo, que cada cual saque sus propias conclusiones", aseguró el madrileño.
Contador se quedó cortado en un abanico y su compañero de equipo, el estadounidense Lance Armstrong, estaba en el grupo de adelante con otros dos compañeros, el ucraniano Yaroslav Popovych y el español Haimar Zubeldia.
El directo de Astana, Johan Bruyneel, ordenó tirar a Popovych y Zubeldia en el grupo de cabeza, que acabó entrando en meta con 41 segundos de ventaja, lo que deja a Armstrong como el mejor situado del equipo, tercero de la general.
"El Tour no se va a jugar por estas diferencias (...) Estas diferencias son insignificantes y me pueden dejar más margen de maniobra", afirmó Contador.
El madrileño explicó que el corte le sorprendió cuando trataba de remontar puestos en el pelotón.
"Hemos pensado que era mejor esperar. Adelante se han organizado bien entorno al Columbia, que es un equipo potentísimo. Además, nosotros estábamos bien posicionados, porque teníamos tres hombres delante y la responsabilidad de la caza la tenían que asumir otros", agregó.
Contador, sobre la contra reloj por equipos de mañana, dijo: "Para el (maillot) amarillo es demasiado pronto, pero nos interesa en la medida en que significaría que le habría sacado tiempo a todos, aunque eso nos haría tener que trabajar más".
"El objetivo es, sobre todo, distanciar a los rivales en la general, aunque no sabemos cuánto", comentó un Contador que sí indicó el nombre de los equipos favoritos para la crono: "Son Saxo, Garmin, por su experiencia y también Columbia. Esos son los tres máximos candidatos a la victoria".
De los rivales a los que le gustaría distanciar, el madrileño habló, especialmente, de Evans: "Es una contra reloj para tratar de sacarle tiempo, porque será un rival muy difícil de distanciar en todo el Tour".