Si me fuera formulada la pregunta sobre mi visión de la Unión Europea actual, contestaría: ES UN ESTADO – CONTINENTE VIRTUAL. EN DECIDIDO CAMINO DE SU INTEGRACIÓN POLÍTICA, para beneficio de los 495 millones de ciudadanos, de los 27 Estados miembros que la integran y también de la Humanidad.
Desde que Robert Schumann y Jean Monnet lanzan la idea de la Unión Política Europea, en la década de los 50, el Mundo ha asistido a un Proceso de Integración extraordinario, sin prisas, pero sin pausas. También ha tenido “detenciones temporales artificiosas”, como el voto negativo de Irlanda para aprobar el Tratado de Lisboa, desde junio de 2008, que está a punto de superar, pues en el próximo mes de octubre 2009 se celebrará un nuevo Referéndum. Les permitirá a los cuatro millones y medio de irlandeses expresar su voluntad en las urnas y rectificar el resultado si lo estiman conveniente. Es decir, que triunfe el SÍ y continúe la marcha de la integración política europea.
La Unión Europea actual comenzó a formarse en los años cincuenta a base de la Identidad Nacional de cada uno de los primitivos seis Estados – Nación, fundacionales de la Comunidad Económica Europea (Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y Países Bajos, por el Tratado de Roma 1957). A estos, se añadieron los Tratados de Maastricht, de Ámsterdam, etc., Hasta llegar a los 27 Estados de hoy. Consolidada económicamente la Unión Europea se encuentra en la fase de su robustecimiento político. Las dificultades de cada uno de los procesos de incorporación de los países a la UE, no fueron pequeñas. Como ejemplo detallado de la incorporación de España, existe el libro del embajador Raimundo Bassols “Veinte años de España en Europa”, editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 2007, segunda edición.
Los acontecimientos internacionales empezaron a demostrar, desde el fin de los imperios coloniales, durante el periodo 1945 – 1954, y durante la Guerra Fría con una Europa dividida (1989 – 2005), que el significado de “potencia nacional” de cada uno de los 27 Estados miembros había decaído drásticamente, considerados individualmente, pero que el progresivo e histórico “Proceso de Formación de la Unión Europea”, había presentado en las Relaciones Internacionales a un “ente político de nuevo cuño”:La Unión Europea, con un creciente peso específico; como si ya fuera uno de los Estados – Continente actuales, que tienen mayor trascendencia y peso en la Política Internacional: Estados Unidos, Rusia, China, India, Brasil…
En las Relaciones Internacionales de nuestros días, los acontecimientos mundiales se producen y presentan de variadas formas. Bien habiendo sido anunciado su potencial objetivo, como el caso de Irán, que desde Jomeni y su Revolución Islámica, trata de la exportación de la misma a todas las mezquitas del mundo y su ferviente deseo de destruir a Israel. Para lo que considera necesario disponer de armas nucleares. En la actualidad se ha convertido en un potencial foco conflictivo. Igualmente ocurre en Asia, con la República Comunista de Corea del Norte y sus armas nucleares, para actuar contra la Democrática Corea del Sur. ¡Ojala no lleguen a producirse estos conflictos! Pero si alguno tiene lugar, los ciudadanos europeos los considerarían problemas anunciados que no encontraron una solución pacifica.
Pero también surgen otras dificultades y sucesos de variada gama: el golpe militar en Guatemala; acciones militares de los terroristas afganos; la gran dureza represiva del gobierno Chino, tanto en la Plaza de Tiananmen hace veinte años, como en el Tibet a los seguidores del Dalái Lama en 2008. Ahora, el lunes 6 de julio en la región autónoma musulmana de Xinjiang habitada por la etnia Uigur de religión musulmana y lengua turcófana, ha habido más de 150 muertos. Las autoridades chinas han bloqueado Internet y las redes de telefonía para ocultar los hechos.
Estos y otros acontecimientos que surgen espontáneamente obligan a adoptar a los Estados decisiones rápidas y de trascendencia mundial. Los Estados – Continente reaccionan ante ellos, con mayor rapidez y cohesión que la UE, que ha de celebrar consultas entre los miembros, que pueden tener diferentes opiniones sobre el tema y que como Estados – Nación Soberanos pueden llevar a la práctica, complicando la línea de acción política conjunta de la Unión Europea, que lógicamente ha de prevalecer.
A medida que el siglo XXI avanza, la política interna europea nos muestra el concepto de “identidad europea” que, se encuentra en el corazón de los debates. En primer término, porque la ampliación de la Unión Europea coloca el tema en la definición de los límites de Europa. Por ejemplo Turquía. Después, porque las reformas institucionales llevadas a cabo sucesivamente han logrado hacer de la Unión Europea un conjunto más coherente y más próximo con los ciudadanos europeos. Por último, porque Europa no podrá existir como actor y Sujeto de Política Internacional, si ella no suscita la adhesión de sus habitantes. Para ello, será preciso reforzar la unión interior de la UE y concederle mayores dosis de la soberanía nacional propia de cada Estado, para que pueda actuar más rápida y eficazmente en el panorama internacional.
Un procedimiento para aumentar el conocimiento y aprecio reciproco entre los ciudadanos de Estados distintos, y en este caso durante largos años enemigos en tres encarnizadas guerras (Franco-prusiana, Primera y Segunda Guerra Mundial), es el puesto en práctica por Francia y Alemania con la publicación y empleo del “PRIMER MANUAL DE LA HISTORIA FRANCO ALEMÁN SOBRE “EUROPA Y EL MUNDO DESPUES DE 1945”. La edición francesa fue efectuada por DUPON en Febrero 2007.
La trascendencia de este proyecto inédito, de contenido idéntico en su versión francesa y alemana, adaptada a los planes de estudio de los jóvenes alemanes del Segundo Ciclo de Gymnasium y franceses del Liceo, les permite ya preparar sus exámenes con los mismos criterios expresados en un único manual de historia. Analizar las perspectivas sobre la historia del Mundo y de Europa desde 1945 a nuestros días, así como tener una visión nueva y homogénea, de trascendental significado. Pasados unos años, el efecto multiplicador será enorme. Ya se han formado Comisiones de Estudio para que sea considerado por otros países sumarse al proyecto. Quizás un día será texto común en los 27.
Durante los últimos años la Política Exterior Europea ha sido dirigida por Javier Solana Madariaga, un excepcional político español e internacional que sabe bien lo que significa la UE en el conjunto de la Política Mundial. En una reciente entrevista (D 7 Los Domingos de ABC Madrid, 5 julio 2009), responde así a la pregunta. ¿Usted tiene una gran fé en Europa? : Sin duda, creo que Europa es una magnifica idea que se ha hecho realidad. Pero voy más lejos: ¡Es que Europa es indispensable! En esta crisis económica que estamos viviendo se ve claramente: si no tuviéramos Europa estaríamos todos infinitamente peor. El euro y el mercado único nos han protegido de situaciones que podrían haber sido mucho peores.
También opina, que cuando salgamos de la crisis, el mundo será diferente. Un mundo donde Occidente bajaremos en población y seguramente en riqueza colectiva. Europa será nuestra mejor defensa.
Europa es una realidad política sobre la que variadas personalidades han emitido sus opiniones, según sus puntos de vista. El filósofo y ensayista español Julián Marías, (1914 – 2005) la expresó así: “Europa es un sistema muy complejo de unidades y diversidades. Las sociedades efectivas en el continente europeo son las naciones, pero estas se articulan entre dos formas de sociedad con las cuales es forzoso contar, porque sin ellas las naciones son incomprensibles: de un lado las regiones, de otro lado Europa.
Europa es un sistema muy complejo, con una interferencia dinámica de estructuras sociales de distinta "edad", de desigual plenitud y por tanto de realidad y función muy diferentes".
En los próximos años, la posible trasformación de la UE de un Estado – Continente virtual en uno real, será señalada por el futuro geopolítico, que exigirá a la UE estar a la altura de los Estados – Continente (EC), en los siguientes aspectos:
- Ser la UE un “Gigante Económico y Político” (ya lo es económico).
- Lograr más rapidez en la adopción de decisiones con una Política Internacional única.
- Tener una Política Antiterrorista eficaz y coordinada con otros Estados, ante el Terrosismo interior (tipo ETA) y el internacional (tipo Al-Qaeda).
- Una cohesión ciudadana análoga a la existente en los actuales Estados – Continente.
- Mayor dedicación de los gobernantes a Europa y a sus problemas.
- Mayor capacidad de Defensa y Disuasión. ¿Será Potencia Nuclear?
- Mayor atención ecológica y a la política energética y medioambiental.
- La UE debe tener una sola voz. Un idioma común: inglés, para relacionarse con sus Miembros, con Naciones Unidas y demás Estados.
- Reflexionar sobre ventajas y posibilidades de constituir en el futuro los Estados Unidos de Europa (Federación o Confederación), previsto en la Declaración Schuman, de 9 de mayo de 1950, será tema cotidiano.
- La “asimetría de los Estados” en su integración, trata de ser superada con las “Cooperaciones reforzadas”. “La Globalización” lleva en el siglo XXI a grandes procesos de integración política y económica. Los bloques y alianzas buscan el progreso y la estabilidad con redes de intereses. Los Estados – Nación, son conscientes de estas nuevas e importantes tendencias.
Siempre han existido y existirán ciudadanos europeos, que desde los años 50, consideran el Proceso de Integración Europeo como una UTOPÍA ¡Evitar en el futuro la guerra entre alemanes y franceses!. Ignoran que en la evolución mundial, el término UTOPÍA, también se ha transformado. Ha perdido su concepción totalitaria de “irrealizable”. En el Diccionario de la Lengua Española de 2001 ha cambiado esencialmente el sentido. Es un Plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación.
¡Pero años después pueden convertirse en realidad. Ahora, todos podemos ser utópicos!