Sólo restan dos activos en Cuenca
La lucha contra el fuego avanza: extinguidos 23 de los 25 incendios
jueves 23 de julio de 2009, 13:37h
La actuación de los bomberos, los forestales y los técnicos ha hecho que este jueves la inmensa mayoría de los incendios de la región estén apagados y/o controlados. Sólo quedan dos en Cuenca contra los que se sigue luchando y que no representan peligro de extenderse.
El fuego va perdiendo una batalla tras otra en Castilla-La Mancha, donde este miércoles llegaron a sumarse un total de 25 incendios. De ellos, ya este jueves 21 ya han sido extinguidos; dos, los de Cañete y Buenache de la Sierra, ambos en la provincia de Cuenca, están controlados y dos más, el de Uña y el de Poyatos, también en la provincia de Cuenca, siguen activos.
Respecto al de Uña hay registrados dos focos: Mojón Blanco y Coronillas y hay 58 personas trabajando en la extinción del mismo. En alusión al de Poyatos, del que ya se sabe que ha sido intencionado un pirómano conocedor del monte, sabedor de los efectos devastadores que podría tener el mismo y que lo hizo para dañar, hay trabajando 265 personas de ellas 84 miembros de la Unidad Militar de Emergencias, UME.
Según relató, los medios terrestres han estado toda la noche trabajando en perimetrar la zona incendiada de Poyatos, a primera hora de la mañana se han unido los medios aéreos: 6 aviones de carga en tierra, cuatro helicópteros, cuatro anfibios del Ministerio, dos helicópteros bomba y un avión de coordinación.
La de esta zona de la Serranía conquense es una de las más delicadas de la Región desde el punto de vista medioambiental. Según explicó José Luis Martínez-Guijarro, responsable de esta lucha en Castilla-La Mancha, los medios aéreos trabajan sin cesar para que no se produzca un incendio de “copas” en este pinar autóctono. “Lamentablemente el pirómano sabía lo que hacía”, sentenció.
“El objetivo principal de los técnicos ahora es delimitar bien la zona incendiada antes de que aumenten las temperaturas y el viento”, indicó Martínez-Guijarro que tras reiterar la petición de precaución que había hecho el presidente Barreda, hizo un llamamiento a la tranquilidad de los familiares de los niños desalojados en campamentos que han pasado la noche en residencias universitarias en la capital conquense.
Veinticuatro horas antes recibieron la visita del presidente, del delegado de la Junta, Ángel Valiente, y del presidente de la Diputación provincial, Juan Ávila. Del mismo modo se refirió a los vecinos de la Vega del Codorno al destacar que, por el momento, no ha habido necesidad de desalojo, aunque todo está ya preparado por si hiciera falta.
El presidente de la Junta, que pasó la noche en el Centro Operativo Provincial de Cuenca, tuvo palabras de aliento y solidaridad para los familiares y compañeros de los cuatro bomberos fallecidos en Tarragona. Barreda destacó el trabajo de los forestales, más de 800, que “hacen un trabajo con mucho riesgo, inestimable y que topa a veces con mucha incomprensión”.