Así lo pone de manifiesto 'The Economist' en un artículo publicado en su último número, en el que insiste en la necesidad de acometer esta reforma a pesar de que Zapatero se niegue a "abaratar los despidos" de los dos tercios de la mano de obra contratados de manera indefinida. "Su negativa embota el incentivo para contratar", critica.
En este sentido, la publicación considera que la negociación colectiva de las normas significa que los salarios de la "aristocracia laboral" del país están aumentando, incluso cuando los precios están bajando, como está ocurriendo en la actualidad.
Asimismo, advierte de que la fuerte posición fiscal inicial de España se está erosionando "rápidamente" con un presupuesto de déficit que se encamina al 12% del PIB, debido a que la nueva financiación regional ha añadido otro punto porcentual al déficit público.
"Zapatero parece estar contando con la inercia para sacar al país de la recesión, lo que le permitiría ganar un tercer mandato en 2012. Tendrá suerte de salirse con la suya", señala 'The Economist', que considera que "ya va siendo hora" de que el Gobierno español diga la verdad a los ciudadanos.
La revista asegura que, en contraste con gran parte de Europa, la economía española todavía es "tan árida" como la meseta, ya que parece que la recesión se va a arrastrar mucho más tiempo que en otros países, puesto que son muchos los organismos que no vislumbran la recuperación antes de finales de 2010.
Según 'The Economist', esto se debe a que los problemas de España no sólo se derivan de la crisis mundial, sino de algunas deficiencias internas, como el hecho de contar con un crecimiento que se basa en una industria que requiere una gran fuerza laboral, pero poco cualificada, como la construcción y el turismo.
Aún así, el artículo asegura que Zapatero se va de vacaciones con "algunos motivos para sentir satisfacción" ya que, más o menos, ha conseguido mantener la cabeza "por encima de las aguas políticas" a pesar de la recesión económica.