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¿Dónde está lo malo?

¿Dónde está lo malo?

lunes 03 de agosto de 2009, 17:07h

El Presidente de la República admitió conocer el pago del hotel de los diputados de los manteles con remanentes del fondo de campaña: “Se pagó el hotel de esta gente (...) muchos de ellos extremadamente pobres. ¿Dónde está lo malo?”, dijo Correa.  Como el Presidente parece carecer de asesoría jurídica me voy a permitir explicárselo.

El Art. 285 del Código Penal sanciona el cohecho, disponiendo que “Todo funcionario público que (...) recibieren dones o presentes, para ejecutar un acto de su empleo u oficio, (...) serán reprimidos con prisión de seis meses a tres años...”. Por cierto, este delito es causal de destitución del Presidente según el Art. 129 de la Constitución.

Pero además de la inmoralidad que representa haber cohechado a estos “pobres diputados”, se configura la figura de peculado –también causal de destitución presidencial-, porque según el Art.
 
180 de la Ley de Elecciones vigente los fondos de campaña son fondos públicos: “Los gastos que demandaren el funcionamiento de los organismos electorales y los procesos electorales, son de cuenta del Estado.”

Es decir que el dinero del cohecho para los diputados de los manteles es del pueblo del Ecuador. Entre todos hemos pagado el hotel de Puembo, y claro, los manteles que se llevaron. Es por eso que la disposición arbitraria de los remanentes de fondos de campaña constituye peculado ¿Fiscalizará esto la Asamblea Nacional?

Algunos de los “juristas” de la Presidencia debieron explicarle esto a su jefe, pues en Ecuador, de conformidad con el Art. 13 del Código Civil, “la ignorancia de la ley no excusa a persona alguna”. Peor si se gana sueldo del Estado,  y se tiene un equipo de asesores que son objeto de públicos y publicitados homenajes. Debieron advertir al dúo dinámico-presidencial que las violaciones legales señaladas posibilitan la destitución de Correa.

¿Se puede creer en la palabra de un Presidente que confiesa haber conocido un acto de cohecho? Cuando el diario de Raúl Reyes involucra —ahora sí, directamente— al ex Ministro de Seguridad y a Chauvín, nuestro orgulloso revolucionario reunido siete veces con Reyes, ¿hay como creerle a Correa que no existían vínculos con las FARC? Seguramente dirá: ¿dónde está lo malo? 

joseroberto1952@hotmail.com

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