El ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Miguel Carvajal, que es también dirigente del movimiento oficialista Alianza País, aseguró que los Comités de Defensa del Gobierno, que anunció el lunes el presidente Rafael Correa, ya existían desde hace dos años.
El pasado lunes, en los actos populares para celebrar el inicio de su segundo mandato, el presidente Correa instó a la población de su país a formar comités de defensa de su Gobierno, tras advertir que su administración, pese a tener apoyo popular, es vulnerable a ataques de grupos del poder económico.
Carvajal dijo que esos grupos barriales han sido el sustento del oficialismo, por ser estructuras organizativas importantes, distribuidas en todo el país, que han permitido sostener la "revolución ciudadana" que lleva adelante el Gobierno.
"Los comités barriales ya tiene dos años, esa ha sido la base organizativa del pueblo ecuatoriano, que ha soportado la revolución ciudadana y que nos ha llevado a tener triunfos electorales" consecutivos, sostuvo Carvajal en declaraciones a la emisora Radio Quito.
"Esa es nuestra base organizativa", insistió el ministro, tras explicar que los comités representan la "organización social de Alianza País y de los ciudadanos".
Esa estrategia organizativa partidaria "la seguiremos defendiendo. Es un proceso que necesita ser profundizado en democracia", subrayó Carvajal, tras explicar que son "miles de personas anónimas que colaboran en las campañas y que seguirán trabajando" por la revolución ciudadana.
Negó, como temen algunos grupos de oposición, que esos comités puedan ser armados.
Según Carvajal, los comités ciudadanos en Ecuador sólo están "armados de valor y de buenas intenciones", pues remarcó que el proceso de transformaciones que lleva adelante el Gobierno nacional, es un "proceso absolutamente pacífico".
Además, el ministro justificó el fortalecimiento de esos comités, pues dijo que hay indicios fundados para sospechar de una posible intención de grupos opositores a los procesos de cambio en el país y en América Latina para desestabilizar los regímenes progresistas como el de Ecuador.