La columna de Gema Lendoiro: "ZP y su querencia por Barcelona y sus plegarias por el Islam"

Me cuesta trabajo insultar a las personas. Especialmente si es por escrito y, además, se publica en un periódico de tirada (virtual) nacional. Si por ende el objeto de mi insulto es el presidente del gobierno, entonces mi educación democrática me impide hacerlo. Y mi ética como periodista me lo prohíbe tajantemente. It´s no nice me dice mi parte pija y frívola.

Pero es que hace falta ser fuerte (y juro que lo seré) para no decirle abiertamente al presidente del Gobierno, al margen de todos los desaguisados que hace (y que ya los compañeros serios como mi jefe se encargan día a día de comentar en sus columnas sesudas) que hay cosas que enfadan y cabrean al más paciente de los espectadores.

ZP visita a Obama. Y lo hace con la cara que pone el niño chivato del cole cuando por fin la profesora le resarce y lo coloca de primero en la fila para entrar al comedor: altivo, como diciendo, ¿véis, yo también soy importante? Antes los Estados Unidos eran poco menos que el ogro que se come a los niños y que, además tenía guerras injustas y aplicaba la pena de muerte. Sigue haciendo lo mismo pero los actores han cambiado y ahora nuestro presidente ha pasado de sentarse ante el paso de la bandera norteamericana a rendir pleitesía como si, efectivamente, se hubiera producido un suceso interplanetario con la amistad de los dos dirigentes. Con todos mis respetos, la foto de los dos juntos es como la que se hace una estrella de la canción internacional con una fan que se encuentra en un aeropuerto. Para la fan es oro, para la estrella forma parte de su día a día. De ahí que la prensa norteamericana ni se haya hecho eco de la visita de nuestro presidente. Y ZP, a buen seguro, la enmarca en platino y la pone en su mesa de despacho.

Obviamente me alegro de que mi presidente vaya a WA y se entreviste con Obama y si de esta entrevista consigue que nos enchufen para tener un asiento en el G 20, miel sobre hojuelas. Y no sólo porque en breve ocuparemos la presidencia de la UE, sino también porque, pese a nuestra terrible crisis, seguimos estando entre las principales potencias económicas del mundo, ya no la octava pero lo volveremos a conseguir.

Pero a lo que iba. Todo mi gozo en un pozo en esta visita. Cuando alguien tiene tendencia a meter la pata, la mete, Y ZP es así. Yo creo, sinceramente, que quienes le rodean y asesoran están pagados por la oposición para que meta la pata continuamente. ¿A santo de qué le tiene que regalar una guía de Barcelona? ¿Qué desprecio es ése al resto de las ciudades y provincias españolas? ¿De qué va? ¿No existe una guía de España entera? ¿No le podía haber regalado una estatua de algún escultor español? ¿Y por qué una guía de Barcelona? Ah….ya sé…lo de siempre, hagamos la pelota a los catalanes que gracias a ellos, gobernamos. Es indignante y es una catetez lo que ha hecho.

Y ya para culminar, en su siguiente parada y fonda, Oriente, ZP visita una mezquita e, interrumpiendo al imán, le dice: “Nos unimos a sus plegarias para conseguir la paz” ¿Puede haber un ejercicio de mayor cinismo que ése? ¿Se imaginan a ZP diciéndole lo mismo a Rouco Varela en plena misa en la catedral de la Almudena? No ¿verdad? Pero es que el “iluminado” (porque está claro que está iluminado por la mano de no se sabe quién), valora mucho los rezos de los musulmanes porque eso es lo que toca cuando eres progre: despreciar tu cultura cristiana y con ella sus valores (que los tiene) y alabar la cultura islámica que también tiene valores pero que, no nos olvidemos, restringe, y mucho las libertades civiles (ej: mujeres y homosexuales, justamente los grandes protegidos de ZP). Éstas y otras son las grandes incoherencias de quién nos gobierna.

PD. Viéndolo el otro día en la mezquita y observando cómo colocaba las manos creo que en su fuero interno pensaba: Yo soy el siguiente en recibir el premio Nobel de la Paz por mi alianza de civilizaciones.