Al referirse a la central del Táchira, Jaua dijo: "Nos querían imponer un chantaje que era que si no permitíamos la importación de caña de azúcar de Colombia (recordemos que ese central es de capital colombiano), pues ellos paralizaban las actividades".
La toma de las instalaciones de esa central azucarera, que está situada en la población venezolana de Ureña, casi en el límite con Colombia, fue, según el ministro, "una muestra de que el Gobierno del presidente Hugo Chávez está dispuesto a hacer cumplir la ley".
Jaua aseguró que el Gobierno va a garantizar el suministro de materia prima para las dos instalaciones azucareras hasta que llegue la próxima zafra, en junio de 2010.
La ocupación de ambas factorías tiene carácter "temporal" y está dirigida a preparar los trámites para su expropiación, explicó el titular de Agricultura.
La otra central intervenida se encuentra en el estado Zulia, fronterizo con el noreste colombiano.
Sobre esa instalaciones, Jaua dijo que sus dueños decidieron paralizar la producción porque no se les permitió vender el azúcar al precio que ellos quisieron.
"Dejaron de producir porque no pueden vender el azúcar al precio que les da la gana, porque hay un Gobierno que ha regulado los precios para garantizarle al pueblo el acceso a los alimentos básicos", justificó el ministro.
Para Jaua, el problema con algunos dueños de empresas privadas es que "están dominados por el ansia desmedida de ganancias".
En el acto de intervención de la central del Zulia también estuvieron el ministro de Alimentación, Félix Osorio, y el de Comercio, Eduardo Samán.
La intervención de hoy se ajusta a la política del Gobierno de tomar el control de aquellas empresas vinculadas a la alimentación que por diferentes causas han dejado de producir o lo hacen bajo condiciones consideradas inaceptables por las autoridades.
Acciones parecidas se han tomado en el pasado reciente con firmas procesadoras de café, pastas, arroz y leche, aunque no todas esas intervenciones han terminado en expropiaciones.
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