"Lo importante es que hay que tomar en cuenta esos informes, son serios", afirmó Bell en declaraciones a Radio Erbol. Agregó que los familiares de los fallecidos en el operativo policial en el que se desarticuló el grupo merecen "conocer la verdad".
En la operación para desarticular la supuesta banda terrorista fueron abatidos el rumano de origen húngaro Árpád Magyarosi, el irlandés Michael Dwyer y el boliviano de origen húngaro y croata Eduardo Rózsa, supuestamente el líder del grupo que, según la policía, pretendía atentar contra el presidente Evo Morales.
Además, fueron detenidos el húngaro Elot Toaso y el boliviano-croata Mario Francisco Tadic Astorga. Un equipo de peritos húngaros elaboró un informe que se hizo público a principios de mes, que señalaba que Magyarosi, implicado por la policía boliviana en un intento de asesinato contra Morales, "fue ejecutado".
El dictamen de los húngaros contradice la versión de las autoridades bolivianas, quienes afirman que los tres presuntos terroristas fallecieron tras un tiroteo con la policía que se prolongó durante media hora, en el transcurso del operativo para desarticular a la supuesta banda de terroristas.
Bell apuntó que quizás el "caso terrorismo", como se ha llamado a los sucesos de abril pasado, "se ha politizado" porque en las investigaciones que se están llevando a cabo "hay demasiadas dudas y confusiones".
Instó a que los procedimientos judiciales lleguen a conclusiones.
Por su parte, el presidente de la comisión parlamentaria que investiga el caso de forma paralela a la Fiscalía, César Navarro, aseguró a Erbol que Bolivia "va a sacar sus propias conclusiones sin la intromisión de ningún país de ninguna naturaleza" y en el marco de su soberanía.