"Uno de los papeles que tiene el presidente de una comunidad, como lo tiene el que dirige una empresa, es intentar difundir el nombre de su tierra, tratar de que se la conozca, hablar de sus cualidades, de sus virtudes, que por otra parte en el caso de Cantabria es muy fácil. Yo creo que ese es un papel que hemos de desarrollar, independientemente de que me critiquen", añadió.
En declaraciones a Europa Press, Revilla dijo tener "muy claro" que va a seguir en esta línea y que responderá a las preguntas cada vez que sea interrogado sobre temas de Cantabria o de España porque, entre otras cosas, cree que lo políticos tienen que intentar crear opinión.
"Y yo tengo la mía, que no digo que sea la correcta, pero el expresarla creo que facilita que los ciudadanos tengan una percepción de quienes son aquellos que dirigen los asuntos públicos. Y en el caso de mi tierra mi primera obligación es que se la globalice, que se la conozca. Somos una tierra pequeña, de 5.000 kilómetros cuadrados, 580.000 habitantes, pues hay que hacer algo para que la pongamos en el mapa, hay que estar en ese mapa, hay que globalizarse, y creo que es unos de los papeles que tiene la obligación de desarrollar un presidente", enfatizó.
En tono jocoso, declaró que se montará "en la rueda de un avión" para difundir el buen nombre su tierra. "Ese es el papel que le corresponde a un presidente", aclaró.
Respecto a las críticas que recibe sobre su presencia en los medios de comunicación y las opiniones que vierte en ellos, declaró que éstas no le influyen.
"Si tengo una cosa clara, no me influye para nada (la crítica). Yo respeto todas las opiniones, soy una persona democrática, pero cuando tengo una opinión clara la llevo adelante. Supongo que será gente que creerá que estoy haciendo un mal papel para la región, o que tengan envidia que no les pidan opinión. A mí me piden opinión, y simplemente la doy", aseguró
Según sus palabras, cada día puede comprobar que hay más gente "no sólo en Cantabria, sino en España" que le dicen que sintonizan con la manera de pensar que tiene, que no es otra que la de "una persona normal, que está en el cargo de presidente de Cantabria y que no se le ha subido el cargo a la cabeza".
"Esta manera de ser que tengo quizás choque un poco con un estilo más prepotente que tienen otros políticos de más parafernalia, pero creo que esta manera de ser mía es la correcta", concluyó.
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