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Nadie cuestiona que la nueva Serie Mundial que comenzará a partir del miércoles reúne a los dos mejores equipos de la actualidad en el béisbol de las Grandes Ligas, pero también se reconoce que ver a Filadelfia enfrentarse a los Yanquis de Nueva York, no es un duelo "clásico".
Sin embargo, la nueva rivalidad que va a surgir entre ciudades históricas como Filadelfia y Nueva York, separadas por un trayecto de apenas dos horas en carretera, le da a la Serie Mundial un toque de aire fresco y también la seguridad que será un duelo intenso y vibrante tanto en el campo de juego como entre los fanáticos.
Hasta ahora no se había dado una rivalidad entre los dos equipos, como sucede con los Bravos de Atlanta y los Dodgers de Los Ángeles, por lo que hay que retroceder hasta el año de 1950 cuando se enfrentaron los Filis y los Yanquis en una Serie Mundial, que barrieron los Bombarderos del Bronx.
Entonces se encontraban con los Yanquis el legendario toletero Joe DiMaggio, que hizo valer su bate para que su equipo venciese en cuatro partidos muy igualados.
El nuevo duelo entre los Filis y los Yanquis la que menos probabilidad ofrece es que se de una barrida como la de 1950 y más con el potencial que tiene el equipo de Filadelfia.
Pero en el deporte del béisbol cuando llega el "Clásico de otoño" todo es posible y si no que lo digan a los Cardenales de San Luis, en el 2004, cuando fueron barridos 4-0 por los Medias Rojas de Boston, y los Astros de Houston al año siguiente (2005) ante los Medias Blancas de Chicago.
Los Medias Rojas volvieron a repetir blanqueada frente a los Rockies de Colorado en el 2007.
Los Filis y los Yanquis, que buscan hacer historia, no creen que eso vaya a suceder y por el contrario anticipan que podría darse un dramático séptimo juego que defina al nuevo campeón de la Serie Mundial.
El equipo de Filadelfia quiere ser la primera novena en las Grandes Ligas que revalida su título de la Serie Mundial desde que los propios Yanquis hicieron entre 1998 y el 2000.
Tampoco ningún equipo dentro de la Liga Nacional ha podido repetir título desde que lo consiguiese la legendaria e histórica Gran Maquinaria Roja de Cincinnati en 1975-76.
"Creo que el hecho de que nos enfrentamos con los Yanquis y se está cerca de Filadelfia, más la reacción de los fanáticos y la prensa, y cómo las ciudades lo esperaban, todo eso le añade más condimento. Le da más atractivo", destacó el veterano manejador de los Filis, Charlie Manuel.
Dentro de los Filis nadie cuestiona que su palmarés no puede competir con el equipo que tiene al mayor número de título dentro del deporte profesional de Estados Unidos y del mundo, pero de lo que si están convencidos es que cuentan con todas las posibilidades para conseguir el tercero de su historia por el 27 que sería para los Yanquis.
Además también son conscientes que los Yanquis no consiguen un título de la Serie Mundial desde el 2000 y llevaban seis campañas sin clasificarse al "Clásico de Otoño", a pesar de tener la nómina más cara en el béisbol profesional.
De ahí, que tanto los directivos de los Yanquis como sus fanáticos no puedan encontrar justificación a tan largo periodo sin conseguir un nuevo título de la Serie Mundial.
Pero lo irónico es que el gran soporte de los Yanquis siguen siendo un cuarteto de veteranos que conformar el campo corto y capitán del equipo Derek Jeter, el receptor puertorriqueño Jorge Posada, el cerrador panameño Mariano Rivera y el abridor Andy Pettitte, que disputaran la séptima Serie Mundial y la primera desde el 2004.
Todos ellos fueron decisivos en el sexto partido de la Serie de Campeonato de la Liga Americana frente a los Angelinos de Los Ángeles, después que Rivera estableció nueva marca en las Grandes Ligas con 37 salvamentos y Pettitte con 16 victorias.
Frente a esta experiencia y clase, los Filis van a presentar a un equipo que es consciente de la clase de los Yanquis, pero a la vez también tienen una gran clase, moral alta, gran poder físico y juventud.
Con la excepción del veterano lanzador dominicano Pedro Martínez, que ayer cumplió 38 años, y puede ser el abridor del segundo partido del jueves para volver a enfrentarse a los Yanquis y recordar viejos duelos de cuando estuvo con los Medias Rojas.
El resto de la novena de los Filis son jugadores que se han formado la mayoría de ellos en las ligas inferiores del equipo y se mantienen unidos en el primer equipo para ser el peor rival que les podía tocar a los Yanquis.
"Son los últimos campeones. Están jugando fenomenalmente. Sabemos que van a ser un adversario demasiado duro", admitió Joe Girardi, el manejador de los Yanquis, que ya ganó una Serie Mundial como jugador con los Bombarderos del Bronx.
Ahora Girardi, décimo manejador de los Yanquis que llega a la Serie Mundial, se ha colocado el número 27 en su camiseta del uniforme para simbolizar que quiere formar parte de ese nuevo título del equipo de Nueva York de la liga Americana.
Si (
No(
