El síndrome del vecino indeseable

Lo más desalentador de este triste, dañino y ponzoñoso enfrentamiento, tanto para Colombia como para Venezuela, es que al parecer no se encuentra cerca de su fin o al menos de una intención de diálogo que restablezca las relaciones diplomáticas entre los países hermanos. Por el contrario, pareciera que cada día Chávez (el vecino indeseable) busca con ansia un mayor desmejoramiento de las prácticamente inexistentes relaciones.

De esta forma, el mandatario venezolano no solamente se ha dedicado a “atacar” desde la retórica vulgar que lo caracteriza, sino que desde hace algunas semanas ha pasado al plano de los hechos, encabezando y permitiendo acciones arbitrarias, como la voladura de puentes artesanales o la deportación de trabajadores.

Estos hechos además de colmar la paciencia del Gobierno colombiano también han empiezado a afectar de manera significativa la vida de muchos de los ciudadanos de ambos  países.

Por si fuera poco, una vez más Chávez ha hecho un nuevo llamado de guerra, al advertir a sus Fuerzas Militares que deben prepararse para defender a Venezuela “hasta con los dientes”, de una eventual agresión extranjera, sino que también ha llamado a Uribe “cínico” por las intervenciones en las que éste afirma la arbitrariedad de una acción que permitió la expulsión de mineros colombianos.


El nuevo llamado

Semanas después de su primer anunció, el mandatario venezolano volvió a hablar de guerra con Colombia, durante el acto de cambio de categoría de 312 suboficiales profesionales de carrera a oficiales técnicos en los grados de coronel y capitán de navío, celebrado en el Patio de Honor de la Academia Militar Venezolana, en el Fuerte Tiuna, la principal guarnición de Caracas.

En breves palabras ante los militares, el gobernante comentó que era propicio destacar la importancia de la preparación castrense debido a la “amenaza” que, señaló, se cierne sobre Venezuela con la reciente firma de un convenio castrense entre Colombia y Estados Unidos.

 “Nosotros queremos paz, no queremos guerra ni con Colombia ni contra nadie, menos con la hermana Colombia, Pero una cosa es lo que nosotros queremos, y otra cosa son las amenazas del imperio y sus lacayos”, sostuvo.

“Por eso digo y sigo diciendo, aún cuando mis palabras sean manipuladas por la canalla mediática mundial...el viejo adagio…si quieres la paz, prepárate para la guerra. Yo iría llorando a una guerra con la hermana Colombia, pero no somos nosotros los que tenemos en las manos la posibilidad de concretarla o evitarla, no, ni siquiera es Colombia, es el imperio de Estados Unidos”, reiteró Chávez.


Sin puentes con Venezuela

De otro lado se encuentra la situación de incomunicación que han tenido que afrontra varios habitantes de las pobladores fronterizas, graxias a la Guardia Nacional Bolivariana, GNB, que se ha encargado de eliminar otra "pasarela improvisada" levantada en el estado de Táchira sobre un río, informó un jefe de ese cuerpo militar, quien además aseguró que el puente era utilizado para el contrabando de alimentos y combustible.

El jefe del Comando Regional Número Uno de la GNB, Franklin Márquez, señaló que "el puente artesanal" había sido destruido por los militares venezolanos en otras ocasiones, pero que apenas "dos o tres horas" después era nuevamente levantado por presuntos contrabandistas.

En declaraciones a la estatal Venezolana de Televisión, VTV, Márquez precisó que la zona fronteriza de Táchira es objeto de "constante revisión y patrullaje" para "donde existían un puente ilegal no vuelva a haber otro".

Con este ya van cerca de tres puentes que militares venezolanos destruyeron, con el argumento de que se trató de una acción de "rutina" para resguardar la zona, azotada por el narcotráfico y el contrabando.

Colombia rechazó esa acción venezolana y la denunció ante la Organización de Estados Americanos, OEA, lo que Chávez calificó de actitud "cínica" por parte de su colega colombiano, Álvaro Uribe.


Colombianos sin trabajo

Cientos de mineros entre colombianos, ecuatorianos y brasileños fueron expulsados de Venezuela, afectando así el sustento de varias familias. El Gobierno venezolano ha argumentado que los trabajadores estaban de forma ilegal y que se encontraban causando un desequilibrio ambiental al realizar su trabajo en una parte de la Amazonia en donde está prohibida la minería

"Estaban destrozando nuestra selva en el Amazonas para llevarse el oro y el coltán a Colombia y Brasil, y como fueron deportados viene el Gobierno de Álvaro Uribe y dice que nos va a acusar de violar leyes internacionales cuando son ellos los que las violan", manifestó Chávez.

Por su parte, la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, transportó hasta la frontera quince toneladas de ayuda humanitaria para los afectados

La ayuda es para los 468 colombianos y brasileños que están albergados en Puerto Inírida, la remota capital del Guainía, departamento selvático en los límites con Venezuela.

La FAC precisó en un comunicado que la ayuda acopiada incluye alimentos, mantas y otros "elementos de primera necesidad" que servirán para suplir las carencias básicas de estas personas.



Para finalizar, lo único que resta por decir es que los ciudadanos de ambos países esperan que ambos mandatarios se pongan de acuerdo para que dejen de estar jugado con la vida de muchas personas que a uno u otro lado de la línea, igual siempre son las víctimas de las ocurrencias e impertinencias de su Gobierno.