Ley Ómnibus, los grandes del transporte, detrás

Madrid es un caos circulatorio. Pero ahora, además, de por las obras faraónicas del faraónico alcalde, por la gran 'movida' de los taxistas, que protestan -al igual que los de toda España- por la ya famosa 'ley ómnibus' del Gobierno que liberaliza el sector.

Esta ley no gusta a casi nadie; desde luego, no a la oposición de izquierdas -ERC, BNG, IU…- que la rechaza abiertamente; al menos, en algunos puntos como el ya comentado de la liberalización del sector del transporte de viajeros en las ciudades.

Según medios de los grupos citados, la ley, en este punto concreto, es consecuencia de un pacto entre el Gobierno -'alguien' del Gobierno, nos dicen- y los grandes del transporte por carretera. Y se cita expresamente a Autocares Luarca Sociedad Anónima (ALSA), un gigante del sector, que, según esas fuentes, acaricia la idea de entrar en este mercado en el interior de las ciudades con una importante línea de negocio de alquiler de coches con conductor. Pero no es la única empresa -aunque sí la más importante- que apuesta por este cambio.

Los taxistas, claro, están que trinan, porque este 'palo' que supone para ellos la ley les llega: primero, cuando las licencias de taxi se han disparado hasta los treinta millones de pesetas; segundo, porque, además, llega en época de crisis y les afecta directamente a su trabajo.

La oposición de izquierdas ya le ha dicho al Gobierno que no apoyará esta ley, pero los grupos arriba citados se lamentan de que ni siquiera se ha consultado con ellos para su tramitación parlamentaria. Ahora están buscando al responsable directo de tal planteamiento.