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Con un homenaje a Cervantes

Descubren el contenido de una cápsula del tiempo del siglo XIX

Descubren el contenido de una cápsula del tiempo del siglo XIX

viernes 18 de diciembre de 2009, 16:37h
Cuatro tomos de El Quijote del año 1819, un libro de la vida de Cervantes y otras publicaciones, textos legislativos, manuscritos, retratos de personalidades de la época y varios paquetes con objetos aún sin identificar. Y prácticamente todo en un buen estado de conservación. Es el contenido de la cápsula temporal que los madrileños de 1834 prepararon meticulosamente con motivo de la colocación de la primera estatua de Cervantes en Madrid (en la Plaza de las Cortes) y que insertaron en su base a la espera de que generaciones futuras la encontraran y abrieran.
Esta semana, 175 años después, la Comunidad de Madrid autorizó la extracción de la caja, que se había detectado recientemente con motivo de las obras municipales en dicha plaza, y el jueves se procedió a su apertura en el Museo Arqueológico Regional, situado en Alcalá de Henares, cuna de Cervantes, sacando a la luz este tesoro que ha dormido ajeno al ajetreo de los madrileños durante cerca de dos siglos.

El vicepresidente y consejero de Cultura y Deporte de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, comprobó este viernes en el museo el contenido de la cápsula, un cofre de plomo herméticamente sellado y que guardaba objetos relacionados con el homenaje a Cervantes y el contexto histórico en que fue erigida la estatua.

Inventario

Tras realizar un primer análisis del contenido, los arqueólogos de la Comunidad de Madrid han identificado los siguientes elementos:

- Diario de Aviso de Madrid de 1834, que envuelve un libro calendario
manual y guías de forasteros para el año 1834 (Imprenta Real).
- Cuatro tomos de El Quijote del año 1819 (Edición de la Imprenta Real
y de la Real Academia).
- Estatuto Real para las Cortes del Reino.
- Libro de la vida del General Mina.
- Un manuscrito envuelto en papel de trapo.
- Libro de la vida de Cervantes.
- Ocho pequeños paquetes envueltos en papel.
- Dos libros envueltos y lacrados.
- Papel enrollado con textura de trapo que envuelve seis láminas del
año 1831 con diversos retratos, entre ellos de Isabel II niña y de don
Manuel Martínez Varela, que fue el mecenas que costeó el
monumento.
- Periódicos de la Gaceta de Madrid.
Una caja con un completo sistema de conservación


Los restauradores del Laboratorio del Museo Arqueológico Regional procedieron, ayer, 17 de diciembre, a las 17:00 horas, a la primera exploración de la cápsula del tiempo. Tras separar la tapa de la caja exterior de plomo, se apreció que ésta contenía en su interior otra caja minuciosamente encajada de vidrio en un óptimo estado de conservación. A primera vista, y a través de la tapa de cristal de esta segunda caja, se pudo observar superficialmente algunos de los contenidos: entre ellos, un envoltorio de papel donde –casualmente- se podía leer la línea “el jueves a las cinco de la tarde”, dentro de unas recomendaciones de ocio de un periódico de la época.

Los técnicos procedieron al levantamiento de la caja interior sin mayor dificultad y a la apertura de la misma mediante un sistema de bisagra en el lateral. La primera comprobación al abrir la urna fue que los contenidos de la caja, en su mayoría de papel, habían sido impregnados originalmente con un químico tóxico en prevención del posible desarrollo de insectos y microorganismos. Este producto aún impregna los contenidos de la cápsula, dotándolos de cierta humedad, despidiendo un fuerte olor e implicando riesgo de toxicidad si fueran objeto de exposición pública. Sin embargo, tanto la cuidada estructura formada por las cajas de plomo y vidrio, como la utilización de este químico, han favorecido que los contenidos de la cápsula se presenten a día de hoy en un excelente estado de conservación.

Las arcas o cápsulas del tiempo
El acto de instalar un arca que contenga objetos del momento en que se realiza la inauguración, construcción o instalación de un edificio, escultura, etc. se ha dado desde la antigüedad. Los romanos, por ejemplo, colocaban monedas en la cimentación de aljibes, termas, foros… y pueblos pre-romanos creaban pozos fundacionales (siglo IV-I antes de Cristo).

Otros ejemplos de cápsulas del tiempo encontradas en Madrid son: La fundacional del Congreso de los Diputados (con paleta de plata, constitución y monedas), la fundacional del Asilo de Lavanderas en Príncipe Pío, y la fundacional de la apertura de la Gran Vía.

El monumento a Cervantes en la Plaza de las Cortes
La escultura de Cervantes, donde se ha hallado el cofre misterioso, fue la primera dedicada a un personaje civil que se instaló en Madrid. Se encargó al prestigioso escultor neoclásico Antonio Sola y su atuendo es de  la época, en la mano derecha porta un rollo de papel (escritor) y en la izquierda una espada (militar). En el proyecto participaron los más insignes artistas del momento, poniendo de relieve la importancia histórica del acontecimiento. Pasados unos años desde su inauguración, la estatua se desplazó unos metros respecto de su ubicación inicial y, por lo tanto, también de la base original, basamento que siguió conteniendo el arca fundacional encontrada ahora durante las obras supervisadas por la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
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