La concesión de préstamos a familias y empresas cae más de un tercio
2010 un mal año para la banca: sin ingresos por créditos y con márgenes negativos
martes 09 de marzo de 2010, 15:15h
Pese a las esperanzas sobre una recuperación de la economía, el escenario que dibujan varias entidades financieras es el de un estancamiento del crédito con el consiguiente efecto negativo en los ingresos y en los márgenes, agravado además por el efecto de la curva de los tipos de interés al alza, que eliminará la ventaja anterior. Los créditos nuevos concedidos a familias y empresas se desplomaron un 32 % y un 38,5 % en enero respecto al mes anterior, según datos del Banco de España.
El cerrojazo a la actividad crediticia, base del negocio de los bancos, es evidente: Los créditos nuevos concedidos a familias y empresas se desplomaron un 32 % y un 38,5 % en enero respecto al mes anterior, según datos del Banco de España. No obstante, la tasa respecto a enero de 2009 no es tan pronunciada, y sitúa los descensos en un 15,9 % para los créditos a las familias y del 27,6 % para las empresas.
Bancos y cajas concedieron en enero 8.671 millones de euros en créditos nuevos a las familias españolas, de los que la mayor parte-4.373 millones de euros- correspondieron a préstamos para la adquisición de vivienda. En cuanto a la financiación de empresas, los créditos totales sumaban 51.808 millones de euros en enero, el 27,6 % menos que en el mismo mes de 2009 y el 38,5 % menos que en diciembre.
El Banco de España dio a conocer los datos del crédito el mismo día en que el Observatorio del Trabajo Autónomo advertía de que los problemas de solvencia de bancos y cajas mermarán su capacidad de financiación, por lo que se prevén aún restricciones del crédito hacia el sector privado. os cinco grandes de la banca española (Banco Santander, BBVA, Caja Madrid, La Caixa y Banco Popular) alcanzaron un beneficio neto conjunto de 15.694 millones de euros en 2009, lo que supone un descenso del 10,7% respecto a los 17.581 millones registrados en 2008, según datos de las propias entidades.
Impacto en la actividad
Pero la preocupación no es sólo referida al parón de la actividad de préstamos. Fuentes de las principales entidades bancarias coincidían en señalar en un foro del sector celebrado semanas atrás el impacto que sobre el propio core business está teniendo la crisis, a la hora de buscar nuevos productos. Además, como reconocía el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, hace unas semanas los ajustes de costes por la vía de reducción de oficinas y plantillas ya se ha llevado a cabo, y se dificultará por el entorno de ingresos bajos que se avecina en un largo horizonte. Según un estudio realizado por la consultora Cognosdata, la banca cerraría este año el 73,90% de las 6.765 oficinas que abrió entre los años 2000 y 2008, el 11% de las 46.065 sucursales que tienen en total.
En cuanto al uso de las provisiones en balance, el descalabro inmobiliario ha limitado la capacidad de maniobra por parte de los bancos con estas reservas, cuyo uso tendrá que destinarse en los próximos meses a paliar el incremento de la morosidad y la adjudicación de activos inmobiliarios.
Y es que, descartada la contribución a la economía de una recuperación de la actividad empresarial, la banca sabe que en cuanto al consumo, tampoco hay motivos para esperar su fortalecimiento en el medio plazo. El Servicio de Estudios de La Caixa cree que este continuará muy débil durante toda la primera mitad del 2010, y no será hasta la segunda mitad cuando podría empezar a remontar el vuelo. Hay dos motivos fundamentales, según explican desde La Caixa: “por un lado, el necesario proceso de desapalancamiento que están llevando a cabo los hogares. Reflejo de ello es el importante ajuste que está sufriendo el crédito a los hogares, que continúa prácticamente estancado”. El segundo motivo son las actuales perspectivas que ofrece el mercado de trabajo. La tasa de paro alcanzó el 10% en el mes de noviembre y, muy probablemente, el camino ascendente continuará en los próximos meses hasta llegar a valores cercanos al 10,5%. Durante la segunda mitad del año no debería subir más, pero su descenso se demorará hasta 2011.
Aún así, los bancos y cajas españoles presumen de su fortaleza ante la crisis. La fundamentan en la preeminencia de un modelo de banca tradicional, apegado al negocio minorista, y a la supervisión del Banco de España y su sitema de provisiones. Pero coinciden en que las entidades menos solventes y con un modelo de negocio menos recurrente deberán ser reestructuradas.