Ante este desastre, el Ejecutivo declaró ayer el estado de emergencia por 60 días en las provincias de Ambo y Leoncio Prado. En esta última, otro huaico que afectó el pueblo de Cancejos dejó cinco muertos el pasado miércoles.
El presidente de la República Alan García señaló que esta medida se tomó para que los gobiernos locales reorienten los recursos que tengan a la mano y se pueda dar ayuda de inmediato.
Sin embargo, el presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez Quesquén, subrayó que la tarea de reconstrucción de las viviendas de los damnificados no se encargará a los gobiernos locales.
El primer ministro aseguró que así se quiere evitar que se repitan casos como el del cerro La Picota, en Ayacucho.
Como se recordará, en diciembre del 2009, un alud que afectó Huamanga destruyó decenas de viviendas. De acuerdo con Velásquez Quesquén, en ese momento se entregó el dinero para la reconstrucción a los alcaldes, pero la población continúa construyendo sus casas en zonas vulnerables.
En la visita que realizó a Ambo, el presidente del Consejo de Ministros también señaló que los afectados serán empadronados con el apoyo del Ministerio Público, de la Defensoría del Pueblo y de Defensa Civil. La Municipalidad de Ambo se encargará de definir el terreno para las nuevas construcciones. Además, el Gobierno entregará módulos de vivienda a los damnificados.
ADMITEN QUE HUBO ESTUDIO
Velásquez Quesquén admitió que hace tres años se presentaron estudios especializados que indicaban la alta vulnerabilidad de Ambo ante desastres naturales.
Esta condición no solo era por el cauce del río Huallaga sino también por poseer terrenos muy débiles, lo que constituía un peligro. Como informó ayer El Comercio, estas tierras ubicadas en El Guayabal eran usadas para sembríos de guayaba, pero luego fueron invadidas.
El diario El Comercio accedió a uno de los informes que en el 2007 el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) entregó al Gobierno Regional de Huánuco. En ellos se indicaban los peligros geológicos del departamento y fueron entregados para que se ejecuten obras de prevención.
Según el Ingemmet, uno de los puntos más vulnerables de Ambo se ubica a escasos metros de la zona afectada, en la quebrada Hatunragra.
El instituto recomendó que se limpie el cauce del Hatunragra y que se levante un muro de contención en la margen izquierda del río Huallaga. Este muro fue arrasado por el alud del jueves, pero evitó que las casas ubicadas en esta zona fueran afectadas. No pasó lo mismo en la zona de El Guayabal, donde no existía ninguna seguridad.