Alan Wake es un escritor que, tras haber triunfado, se encuentra en pleno bloqueo creativo, lo que además está haciendo mella en su matrimonio. Así, su mujer
Alice, planea un viaje al tranquilo pueblo de Bright Falls para que Alan recupere la inspiración y vuelva la calma a la pareja. Sin embargo, los problemas no tardan en llegar y lo que iba a ser un idílico viaje, pronto se convertirá en una pesadilla.
La noche cae sobre Bright Falls y las sombras toman el control, Alice desaparece y todo se vuelve extraño, oscuro y muy, muy agobiante. Cada sombra, cada sonido puede convertirse en un enemigo dispuesto a cortarnos el pescuezo. Y es que, la oscuridad se apodera y maneja tanto a personas como a objetos –bidones, vehículos, maquinaria de obra...- e incluso a los pájaros.
Para luchar contra ellos, Alan cuenta con su linterna -es imprescindible para que el resto de armas sean eficaces, pues erradica la oscuridad que habita en el interior de los enemigos-, revólver, escopeta o fusil, bengalas, granadas de iluminación y pistola de bengalas. Eso sí, en este juego tendrás que usar con mucha cabeza la munición, pues en ocasiones escasea; es más, de vez en cuando –como en los cambios de episodio- habrá que buscar armas nuevas.
En Alan Wake hay bastante libertad a la hora de explorar los escenarios y el espíritu aventurero puede darte alguna que otra recompensa, a veces no merece la pena perderse en la oscuridad del bosque: muchos malos y pocas balas.
Alan en acción
Este escritor no está en forma, quizá por eso le cuesta tanto mantener las energías en carrera –correr será muy necesario cuando la munición escasee y haya que alcanzar un punto seguro lo antes posible- y tampoco es que sea muy ágil a la hora de saltar, pero eso sí eliges bien el momento, puedes esquivar los ataques con un elegante gesto.
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El tema de la conducción no es uno de los puntos fuertes de este capítulo. Sólo puedes conducir algunos coches –nada de vehículos especiales- y pocas veces se da la opción. Pero quien quiera conducir tiene un amplio catálogo donde elegir, aquí se trata de pasar miedo, de sentir la angustia.
A medida que Alan va avanzando, encontrará televisiones y radios que podrá encender, y que darán pistas sobre lo que está sucediendo en Bright Falls. Los
jugones a los que les gusten ver sus records podrán darse un gustazo echando un ojo al menú estadísticas.
La música, el uso de la música, los sonidos, los ruidos, consigue que el jugador se meta del todo en la historia. Por otra parte, la oscuridad, la coprotagonista de este juego, hecha a perder la calidad gráfica, pues impide que se aprecie en todo su esplendor.
En definitiva, este juego con formato cinematográfico y alusiones a los clásicos del terror te atrapará y no podrás dejar de jugar hasta saber cómo termina todo -hay que reconocer que se queda corto, muy corto-. Ah, el final, como el de 'Lost', no te dejará indiferente.
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